Beryl, convertido en tormenta tropical, azotaba esta tarde a la península de Yucatán en México. Los meteorólogos pronostican que podría volver a adquirir intensidad cuando entre en el Golfo de México.
Los meteorólogos auguran una potente ola de calor para el fin de semana en Estados Unidos.
Beryl tocó tierra muy cerca del enclave turístico mexicano de Tulum. El huracán se debilitó a categoría 2 pero se espera que cobre fuerza cuando entre a las cálidas aguas del Golfo. Las autoridades han emitido avisos de evacuación para la zona del Caribe mexicano.
El huracán Beryl se debilitó ligeramente a una tormenta de categoría 2 mientras se acerca a la península de Yucatán en México, donde se espera que toque tierra en el enclave turístico de Tulum. "Lo más importante es la vida”, advirtió el presidente mexicano, al insistir en la evacuación de la zona.
Beryl llegará a México el jueves después de haber perdido gran parte de su fuerza, pero seguirá siendo un huracán de categoría 1 ó 2.
Una ola de calor afecta a gran parte de Estados Unidos, cuando la nación celebra el Día de la Independencia este 4 de julio de 2024.
El huracán va rumbo a la costa caribeña de México, tras dejar siete víctimas fatales y ocasionar grandes daños en Jamaica y Barbados. La tormenta se debilitó a categoría 3, pero sigue siendo una amenaza para las poblaciones a su paso.
A media tarde del miércoles, el ojo bien definido del huracán Beryl se encontraba a unos 100 kilómetros al sureste de Kingston, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
El poderoso huracán de categoría 4 continúa avanzando por el Caribe hasta Jamaica, mientras ya sus efectos se hacen sentir en la costa sur de Haití y la República Dominicana. La tormenta dejó un rastro de destrucción en las islas del sureste caribeño.
Beryl se dirige hacia Jamaica como un poderoso huracán de categoría 4, según un aviso del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH) emitido el martes en la tarde.
El desbordamiento del río Manzanares provocó inundaciones en el estado Sucre, en el oriente de Venezuela, reportaron las autoridades locales, que confirmaron al menos dos muertes, cinco personas desaparecidas y unas 6.000 viviendas afectadas.
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