El huracán Beryl se debilitó ligeramente a una tormenta de categoría 2 a primera hora del viernes para lo que podría ser un impacto directo en el destino turístico de Tulum, en el Caribe mexicano, donde las autoridades han instado a los turistas a que se alejen de las playas de arena blanca.
Beryl, la tormenta que más temprano alcanzó la categoría 5 en una temporada del Atlántico, tenía ahora vientos máximos sostenidos de 175 kilómetros por hora (110 millas por hora), indicó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés). A primeras horas del viernes se ubicaba a 65 km (40 millas) al este de Tulum, México, y se desplazaba al oeste a unos 24 km/h (15 mph).
“La trayectoria del huracán Beryl categoría 3 indica que entrará por Tulum, que es una zona poblada y cercana al mar”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, que exhortó a evacuar las zonas más expuestas y acudir a áreas seguras o refugios. “No titubeemos, lo material se recupera. Lo más importante es la vida”.
Antaño un pueblo tranquilo y apacible, en los últimos años Tulum ha crecido de forma desenfrenada y, aunque sigue siendo más pequeño que Cancún —que está 130km (80 millas) al norte— ahora cuenta con unos 50.000 habitantes permanentes y al menos el mismo número de turistas en un día normal.
El impacto se preveía en torno a la medianoche o en las primeras horas de la madrugada.
Se prevé que Beryl genere fuertes lluvias y vientos en la costa del Caribe mexicano, antes de cruzar la península de Yucatán —previsiblemente más debilitado— para luego fortalecerse de nuevo en el Golfo de México y volver a tocar tierra de nuevo en una zona cercana a la frontera entre México y Estados Unidos, en la ciudad de Matamoros. Esa área ya fue azotada en junio por la tormenta tropical Alberto.
A medida que el viento comenzó a soplar sobre las playas de arena blanca de Tulum, cuatrimotos con megáfonos se desplazaban por la arena diciéndole a la gente que se fuera. Algunos turistas tomaban fotos del creciente oleaje, pero poco a poco fueron resguardándose.
En los últimos días, Beryl dañó o destruyó el 95 % de las viviendas en un par de islas en San Vicente y las Granadinas, además de causar afectaciones en Barbados y Jamaica antes de pasar por las Islas Caimán el jueves temprano y luego enfilar hacia México.
En Tulum, las autoridades ordenaron el cierre de negocios y evacuaron los hoteles ubicados junto al mar. Según informó la gobernadora del estado, Mara Lezama, a primera hora de la tarde del jueves ya había 10 albergues habilitados con 340 personas.
Esta localidad turística cuenta ahora con su propio aeropuerto internacional, que cerró el jueves al empezar la tarde, y la mayoría de su territorio está a pocos metros sobre el nivel del mar. El aeropuerto de Cancún operaba todavía al caer la noche con casi 350 vuelos cancelados o demorados.
Francisco Bencomo, gerente del Hotel Umi en Tulum, dijo que todos los huéspedes se habían ido. “Con las condiciones que se esperan estamos resguardados completamente”, comentó, y añadió que no tienen planeado que los huéspedes regresen antes del 10 de julio.
“Se ha cortado el gas y la luz. También tenemos una planta de emergencia donde se van a quedar dos empleados de mantenimiento resguardados” en la parte más alejada de la playa y con menos ventanas, agregó. “Esperemos que sea el menor impacto posible para el hotel, y pase lo más rápido posible".
Algunos turistas tomaban sus precauciones, como Lara Marsters, una terapeuta de 54 años que visitaba Tulum desde Boise, Idaho, y optó por "llenar todas nuestras botellas de agua vacías con agua del grifo y la pusimos en el congelador... así que tendremos agua para el retrete”. Y añadió: “Vamos a atrincherarnos y mantenernos a salvo”.
Otros aprovechaban las últimas horas de playa antes del huracán. Myriam Setra, una turista de Dallas, Texas, de 34 años, comía un sándwich aprovechando los últimos rayos de sol. "Luego, sólo habrá que agazaparse y permanecer a puerta cerrada hasta que pase”.
A lo largo de toda esta popular costa llena de hoteles y resorts fueron evacuadas pequeñas comunidades costeras y más de 3.000 personas de la isla turística de Holbox frente a la punta de la península. Cientos de personas optaron por acudir a refugios, y las autoridades incluso retiraron huevos de tortuga de playas que podrían ser destruidas por las fuertes olas.
En la localidad de Playa del Carmen, la mayoría de los negocios estuvieron cerrados el jueves. Algunos de ellos tapiaban sus ventanas mientras los turistas hacían ejercicio y algunos residentes locales paseaban a sus perros bajo el cielo soleado.
El peor daño causado hasta ahora por Beryl estaba detrás de él. Su ojo rozó la costa sur de Jamaica el miércoles por la tarde, mientras que el jueves por la mañana, postes telefónicos y árboles bloqueaban el paso en las calles de la capital Kingston.
Las autoridades confirmaron que un joven murió el miércoles tras ser arrastrado a un drenaje de aguas pluviales cuando trataba de recuperar un balón. Una mujer también falleció luego de que una casa se desplomó sobre ella.
Los residentes aprovecharon una pausa en la lluvia para comenzar a retirar los escombros.
Aproximadamente el 60 % de la isla seguía sin electricidad, además de padecer falta de agua y una limitación en las telecomunicaciones. Funcionarios del gobierno estaban evaluando los daños, pero sus labores se vieron obstaculizadas por la falta de comunicación, principalmente en los distritos del sur, que fueron los más dañados.
Unas 1.432 personas seguían en refugios en Jamaica, como Desrine Campbell, una residente de la comunidad de Old Harbour Bay, situada en una zona baja. "Mi casa está casi inundada”, comentó.
Cerca de allí, Carlton Golding decía con pesar: “Esta vez lo he perdido todo”. La casa de Golding quedó totalmente destruida por el huracán, la segunda vez que sufre daños por tormentas.
En el distrito de Clarendon, en el centro-sur del país, los residentes intentaban reparar los techos dañados y retirar los árboles caídos. Muchas calles del área seguían parcialmente bloqueadas por los postes de electricidad y de telecomunicaciones derribados.
La primera ministra de las Islas Caimán, Juliana O’Connor, agradeció el jueves a residentes y visitantes por contribuir a la “calma colectiva” previa a Beryl al seguir los protocolos de tormenta.
Michelle Forbes, directora de la Organización Nacional de Manejo de Emergencias en San Vicente y las Granadinas, dijo que aproximadamente el 95 % de las viviendas en las islas de Mayreau y Unión habían resultado dañadas por el huracán Beryl.
Tres personas fueron reportadas sin vida en Granada y Carriacou, y otra en San Vicente y las Granadinas, según las autoridades. Otras tres personas murieron en el norte de Venezuela, donde además había cuatro desaparecidos, indicaron funcionarios.
Una de las muertes en Granada se produjo después de que un árbol cayera sobre una casa, le dijo a The Associated Press Kerryne James, ministra de Medio Ambiente.
El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, ha prometido reconstruir el archipiélago.
Por otro lado, el NHC informó que la tormenta tropical Aletta se había formado en el océano Pacífico frente a las costas de México. Se pronostica que Aletta, que se ubicaba a unos 310 kilómetros (190 millas) del puerto de Manzanillo y tenía vientos máximos sostenidos de 65 km/h (40 mph), se adentre en el océano y se disipe el fin de semana.
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