La Cámara de Representantes en el estado de Georgia aprobó esta semana una nueva versión de una ley que obligaría a los dueños de negocios a verificar el estatus migratorio de sus empleados, mientras que un proyecto similar fue presentado por legisladores al Senado en Florida.
El destino de la legislación es todavía incierto en Georgia donde la cámara alta estatal ya rechazó esa parte del proyecto, que autorizaría además a la policía a verificar la situación migratoria de quienes sean sospechosos de haber cometido un delito, una cláusula similar a la incluida en la controvertida ley que se aprobó el año pasado en Arizona.
Mientras tanto en Florida, el denominado proyecto SB 2040 conocido como “Extranjeros no autorizados” que activistas pro derechos civiles consideran muy parecido a la ley de de Arizona fue aprobado el pasado 4 de abril en el Comité Judicial del Senado y se espera que vaya al pleno de la cámara alta estatal en mayo próximo.
Francisco Portillo, coordinador de la Coalición de Organizaciones Latinas Unidas por una Reforma Migratoria Integral, dijo que el grupo está haciendo campaña para demandar que no se apruebe el proyecto, al que le atribuyó un “perfil racial”.
De acuerdo con el activista, la ley forzaría a las personas a tener que mostrar sus documentos de inmigración en todo momento y perjudicaría la economía de la Florida porque ocasionaría la pérdida de empleos y de ingresos.
Portillo dijo que varias organizaciones pro-inmigrantes han pedido a la población del estado que inunden con llamadas telefónicas y correos electrónicos la oficina del presidente del Senado, Mike Haridopolos, para increpar a los legisladores a que voten contra el proyecto de ley.
La senadora Anitere Flores, propulsora del proyecto, dijo que la medida dista mucho de parecerse a la ley de Arizona proque no criminaliza a los inmigrantes ilegales ni obliga a los policías a actuar como agentes de inmigración.
Pero Subas Kateel, coordinador de la campaña “Somos Florida” de la Coalición de Inmigrantes de Florida señaló que considerar el proyecto como una versión moderada de la Ley de Arizona es como aceptar que se vaya a matar a una persona “con un cuchillo en vez de usar a una pistola”.
