El presidente Barack Obama prometió dar nuevo ímpetu a una reforma de inmigración en EE.UU. al reunirse este jueves en la Casa Blanca con influyentes hispanos de todo el país.
Según la actriz Eva Longoria, que estuvo en la reunión, fue una conversación “muy abierta” y “realmente buena”, en la que se habló mucho del proyecto de ley conocido como Dream Act.
El proyecto, que buscaba legalizar a cientos de miles de hijos de indocumentados con resultados escolares sobresalientes, fracasó el año pasado en el Senado.
Otros de los participantes en el encuentro, el periodista José Díaz-Balart, dijo que el presidente enfatizó con toda claridad “que está cien por ciento a favor de una reforma migratoria integral” y que su gobierno dará pasos para tratar de impulsarla.
A la reunión fueron invitados también la periodista María Elena Salinas, las actrices América Ferrera y Rosario Dawson, el animador de televisión Don Francisco, y el productor musical Emilio Estefan, entre otros.
Estefan dijo que la reunión puso de relieve la importancia de la comunidad hispana en EE.UU. “Una reunión como la de hoy no hubiera pasado hace quince o veinte años porque hubiera sido muy difícil", señaló.
Por parte de la Casa Blanca tomaron parte en la cita los asesores presidenciales Valerie Jarrett y David Plouffe, así como la directora del Consejo de Política Interna, Melody Barnes, y la directora de Asuntos Intergubernamentales, Cecilia Muñoz.
El encuentro tuvo lugar apenas una semana después de que Obama, en una reunión similar, buscó el apoyo de empresarios, sindicalistas y dirigentes de varios sectores para promover una reforma migratoria integral.
A ese encuentro asistieron el ex gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, los alcaldes de Nueva York y San Antonio y otras personalidades tanto del partido demócrata como republicano.
Durante la campaña electoral que lo llevó a la Casa Blanca, Obama prometió llevar a cabo una reforma integral de las leyes de inmigración en el primer año de mandato, y al incumplirlo ha sido blanco de críticas entre los hispanos y grupos defensores de los inmigrantes.
Más de una veintena de senadores demócratas enviaron este mes una carta al presidente pidiéndole postergar las deportaciones de jóvenes indocumentados que se alistaron en el Ejército o que estudian en universidades y que fueron traídos de pequeños a EE.UU. por sus padres.
Hasta ahora ni el ejecutivo ni el Congreso han podido dar solución definitiva a los 12 millones de indocumentados que residen en el país.
