La Convención Demócrata es un potencial punto de inflexión en la campaña del presidente para ser reelegido.
Dice que los votantes enfrentan una decisión crítica
Barack Obama dio su mejor disparo el jueves en la noche y eso debería darle un impulso a los dos últimos meses de su carrera para ser reelegido como presidente. Esencialmente, Obama intentó poner sobre la mesa que mientras algunas cosas no han ido tan bien como todos esperaban cuando fue elegido por primera vez hace cuatro años, su camino es la mejor forma de avanzar.
Obama usó su habitual don retórico en la Convención del Partido Demócrata aquí en Charlotte, Carolina del Norte, y los delegados fueron entusiastas para reaccionar a cada palabra. Pero él tuvo la dura prueba de hablar después del discurso que la primera dama, Michelle Obama, dio en la noche de apertura, seguido por otro del ex presidente Bill Clinton el miércoles.
El presidente enfocó su discurso de aceptación de la nominación en el futuro, diciéndoles a los votantes que ellos tienen la decisión en esta elección como en ninguna otra de los pasados 25 años. Poniendo esa decisión respecto del futuro, Obama espera que suficientes votantes pasen por alto su poco estelar record en la economía y le den otros cuatro años.
El ambiente en la calle luego de su discurso era electrizante. Miles de delegados y adherentes de Obama inundaron el centro de Charlotte, algunos cantando y gritando consignas. Claramente para esos asistentes a la convención, la energía está de vuelta. Quizás no como hace cuatro años, pero en los últimos días en la convención pueden haber sido suficientes para volver a energizar los espíritus demócratas.
En las horas previas al discurso, veintenas de delegados se dirigían al lugar de la convención de manera vertiginosa. Y el entusiasmo se mostró durante el discurso del presidente, con delegados gritando, vitoreando y pasándolo muy bien cuando el presidente planteaba sus argumentos.
Seguir las variables encuestas
La pregunta ahora es qué tipo de variaciones después de la convención encontrará el presidente en los dos meses finales de la campaña. Hablé con el connotado encuestador demócrata Stan Greenberg, quien dice que el discurso de Obama vino en un momento crítico de la campaña, una oportunidad real para los demócratas de poner a la vista las diferencias entre ellos y la opción republicana liderada por Mitt Romney.
Greeberg dice que la opción Romney-Ryan obtuvo un salto mínimo luego de la convención republicana en Tampa, Florida, la semana pasada, en gran parte por la incorporación de Paul Ryan como el candidato vicepresidencial. Él dice que la fuerte reacción pública al discurso de Obama junto una suave y energizante Convención Demócrata podría impulsar al presidente tres o cuatro puntos por sobre Romney en las encuestas de opinión pública que aparezcan en las últimas ocho semanas de campaña.
Puede parecer que esto no es mucho, pero muchos estrategas dicen que en una carrera estrecha esto puede ser determinante, lo que significa que la convención potencialmente fue un punto de inflexión para Obama y sus partidarios demócratas.
Pero aún es temprano y muchas cosas pueden pasar todavía, como los debates entre Obama y Romney. El primero será el 3 de octubre en Denver.
Los puntos fuertes de la Convención: La señora O y “Daddy-O”
Sin lugar a dudas, las tres principales estrellas demócratas fueron –no necesariamente en este orden- la primera dama Michelle Obama (señora O), el ex presidente Bill Clinton (Daddy-O) y, por supuesto, el presidente Obama (¿la gran O?). Probablemente deberíamos también considerar al alcalde de San Antonio, Julian Castro, quien dio la nota alta en la noche de apertura.
Mirando hacia atrás a la Convención Republicana, Ann Romney tuvo un discurso sólido que llenó en parte los vacíos sobre su esposo Mitt. Pero dos días después de su discurso, los delegados estaban aún zumbando con el trabajo que hizo Michelle Obama en nombre de su esposo la noche del martes.
Hay una cualidad fría, a veces distante del presidente Obama que en ocasiones empaña su habilidad para conectarse con los votantes. Pero Michelle Obama dio el antídoto para ello cuando habló en la convención. Muchos delegados, especialmente mujeres, tuvieron una emotiva reacción.
Los demócratas parecen ser muy efectivos tratando de maximizar la ventaja que tienen en ciertos grupos de votantes: las mujeres, quienes actualmente son la mayoría de los votantes, los hispanos y los afroestadounidenses. Dado el desafío de este año de tratar de replicar la asistencia record entre los jóvenes y quienes votaban por primera vez, los demócratas cuentan con la convención para volver a dar energía a esos grupos críticos de votantes en los que el presidente tiene una gran ventaja sobre Romney y asegurarse de que ellos saldrán a votar en noviembre.
¿Qué convención fue mejor, después de todo?
De forma un poco inesperada, encontré más energía en el cónclave demócrata en Charlotte que en Tampa con los republicanos.
Miren, los republicanos han estado emocionados por dos años con la idea de derrotar al presidente Obama. Todo el conservadurismo del Tea Party y la toma del poder en la Casa de Representantes vino justo como anticipo del evento principal: vencer al presidente Obama en 2012.
Así que, sí, los republicanos estaban mentalizados en Tampa para unirse bajo el eslogan que dice “Derrotar a Obama”, en vez “Amamos a Mitt”. Queda la sensación en Tampa de que la mayoría de los republicanos sentían que hacían lo que tenían que hacer: apoyar a Romney más con sus cabezas que sus corazones y alistarse para los dos últimos meses de la campaña.
Pero en Charlotte, los demócratas parecían estar listos para el ataque. Es como si toda la energía demócrata hubiera salido ahí, sin explotar y ahora es cuando está lista para desatarse.
Los demócratas aún tienen sus desafíos. ¿Han ganado suficientes votantes indecisos? ¿Volverán los jóvenes a convertirse en verdaderas manadas por el presidente? ¿Pueden hacer calzar el nivel de excitación y compromiso entre los demócratas partidarios, especialmente mujeres solteras, hispanas y jóvenes?
Pero después de su convención, es más fácil creer que los demócratas deberían ser capaces de hacer una participación mejor de lo que los expertos han predicho. No es algo cerrado y puede pasar mucho entre hoy y el 6 de noviembre, pero la mayoría de los demócratas con los que he hablado sienten mucha más confianza acerca de las posibilidades del presidente después de Charlotte que antes.
Barack Obama dio su mejor disparo el jueves en la noche y eso debería darle un impulso a los dos últimos meses de su carrera para ser reelegido como presidente. Esencialmente, Obama intentó poner sobre la mesa que mientras algunas cosas no han ido tan bien como todos esperaban cuando fue elegido por primera vez hace cuatro años, su camino es la mejor forma de avanzar.
Obama usó su habitual don retórico en la Convención del Partido Demócrata aquí en Charlotte, Carolina del Norte, y los delegados fueron entusiastas para reaccionar a cada palabra. Pero él tuvo la dura prueba de hablar después del discurso que la primera dama, Michelle Obama, dio en la noche de apertura, seguido por otro del ex presidente Bill Clinton el miércoles.
El presidente enfocó su discurso de aceptación de la nominación en el futuro, diciéndoles a los votantes que ellos tienen la decisión en esta elección como en ninguna otra de los pasados 25 años. Poniendo esa decisión respecto del futuro, Obama espera que suficientes votantes pasen por alto su poco estelar record en la economía y le den otros cuatro años.
El ambiente en la calle luego de su discurso era electrizante. Miles de delegados y adherentes de Obama inundaron el centro de Charlotte, algunos cantando y gritando consignas. Claramente para esos asistentes a la convención, la energía está de vuelta. Quizás no como hace cuatro años, pero en los últimos días en la convención pueden haber sido suficientes para volver a energizar los espíritus demócratas.
En las horas previas al discurso, veintenas de delegados se dirigían al lugar de la convención de manera vertiginosa. Y el entusiasmo se mostró durante el discurso del presidente, con delegados gritando, vitoreando y pasándolo muy bien cuando el presidente planteaba sus argumentos.
Seguir las variables encuestas
La pregunta ahora es qué tipo de variaciones después de la convención encontrará el presidente en los dos meses finales de la campaña. Hablé con el connotado encuestador demócrata Stan Greenberg, quien dice que el discurso de Obama vino en un momento crítico de la campaña, una oportunidad real para los demócratas de poner a la vista las diferencias entre ellos y la opción republicana liderada por Mitt Romney.
Greeberg dice que la opción Romney-Ryan obtuvo un salto mínimo luego de la convención republicana en Tampa, Florida, la semana pasada, en gran parte por la incorporación de Paul Ryan como el candidato vicepresidencial. Él dice que la fuerte reacción pública al discurso de Obama junto una suave y energizante Convención Demócrata podría impulsar al presidente tres o cuatro puntos por sobre Romney en las encuestas de opinión pública que aparezcan en las últimas ocho semanas de campaña.
Puede parecer que esto no es mucho, pero muchos estrategas dicen que en una carrera estrecha esto puede ser determinante, lo que significa que la convención potencialmente fue un punto de inflexión para Obama y sus partidarios demócratas.
Pero aún es temprano y muchas cosas pueden pasar todavía, como los debates entre Obama y Romney. El primero será el 3 de octubre en Denver.
Los puntos fuertes de la Convención: La señora O y “Daddy-O”
Sin lugar a dudas, las tres principales estrellas demócratas fueron –no necesariamente en este orden- la primera dama Michelle Obama (señora O), el ex presidente Bill Clinton (Daddy-O) y, por supuesto, el presidente Obama (¿la gran O?). Probablemente deberíamos también considerar al alcalde de San Antonio, Julian Castro, quien dio la nota alta en la noche de apertura.
Mirando hacia atrás a la Convención Republicana, Ann Romney tuvo un discurso sólido que llenó en parte los vacíos sobre su esposo Mitt. Pero dos días después de su discurso, los delegados estaban aún zumbando con el trabajo que hizo Michelle Obama en nombre de su esposo la noche del martes.
Hay una cualidad fría, a veces distante del presidente Obama que en ocasiones empaña su habilidad para conectarse con los votantes. Pero Michelle Obama dio el antídoto para ello cuando habló en la convención. Muchos delegados, especialmente mujeres, tuvieron una emotiva reacción.
Los demócratas parecen ser muy efectivos tratando de maximizar la ventaja que tienen en ciertos grupos de votantes: las mujeres, quienes actualmente son la mayoría de los votantes, los hispanos y los afroestadounidenses. Dado el desafío de este año de tratar de replicar la asistencia record entre los jóvenes y quienes votaban por primera vez, los demócratas cuentan con la convención para volver a dar energía a esos grupos críticos de votantes en los que el presidente tiene una gran ventaja sobre Romney y asegurarse de que ellos saldrán a votar en noviembre.
¿Qué convención fue mejor, después de todo?
De forma un poco inesperada, encontré más energía en el cónclave demócrata en Charlotte que en Tampa con los republicanos.
Miren, los republicanos han estado emocionados por dos años con la idea de derrotar al presidente Obama. Todo el conservadurismo del Tea Party y la toma del poder en la Casa de Representantes vino justo como anticipo del evento principal: vencer al presidente Obama en 2012.
Así que, sí, los republicanos estaban mentalizados en Tampa para unirse bajo el eslogan que dice “Derrotar a Obama”, en vez “Amamos a Mitt”. Queda la sensación en Tampa de que la mayoría de los republicanos sentían que hacían lo que tenían que hacer: apoyar a Romney más con sus cabezas que sus corazones y alistarse para los dos últimos meses de la campaña.
Pero en Charlotte, los demócratas parecían estar listos para el ataque. Es como si toda la energía demócrata hubiera salido ahí, sin explotar y ahora es cuando está lista para desatarse.
Los demócratas aún tienen sus desafíos. ¿Han ganado suficientes votantes indecisos? ¿Volverán los jóvenes a convertirse en verdaderas manadas por el presidente? ¿Pueden hacer calzar el nivel de excitación y compromiso entre los demócratas partidarios, especialmente mujeres solteras, hispanas y jóvenes?
Pero después de su convención, es más fácil creer que los demócratas deberían ser capaces de hacer una participación mejor de lo que los expertos han predicho. No es algo cerrado y puede pasar mucho entre hoy y el 6 de noviembre, pero la mayoría de los demócratas con los que he hablado sienten mucha más confianza acerca de las posibilidades del presidente después de Charlotte que antes.