Londres tuvo un día más tranquilo después de las revueltas que pusieron en jaque a la ciudad, pero las protestas se extendieron a otras ciudades, incluyendo Manchester y Birmingham.
Pero algunos testigos dicen que los disturbios no se basan en demandas políticas o económicas específicas, pero reconocen que hay razones de fondo que motivaron a los jóvenes a participar en saqueos, incendios y otros actos de vandalismo no vistos en el país desde hace muchos años.
En Londres y otras ciudades británicas, los jóvenes quemaron coches, edificios, saquearon tiendas y se enfrentaron con la policía.
Los disturbios estallaron después de un tiroteo aún no resuelto por la policía en un barrio pobre del norte de Londres. Sin embargo, ese incidente fue sólo la chispa. Muchos londinenses supusieron inicialmente que la violencia fue una reacción contra el desempleo crónico, la lenta recuperación económica y los recortes a los gastos públicos implementados por el nuevo gobierno del país.
Pero pronto muchos se dieron cuenta que las protestas tenían otro origen. El profesor de geografía Chris Hamnett, de King’s College, vive en el norte de Londres, no muy lejos de donde ocurrieron los peores disturbios.
“Esencialmente, lo que hemos visto son disturbios por diversión y beneficios. No se trata de personas que expresan su ira contra un Estado opresor”, dijo Hamnett. “Esta gente piensa que estaría bueno participar en algo de la acción”.
Los disturbios se concentraron en los barrios con mayor población africana y caribeña, con una historia de tensión y enfrentamientos con la policía. Hamnett dijo que esos londinenses en general tienen menos educación, sufren de más desempleo y mayores tasas de delincuencia que otros británicos.
“Hay una dimensión racial en los disturbios y saqueos, pero no de opresión racial. Hay, sin duda, un elemento de clase y económico muy fuerte”, sostuvo.
No muy lejos de la casa del profesor, la policía montó guardia mientras equipos de trabajo limpiaban los daños causados por los disturbios de la noche anterior. Basani Mabyalane vive en el barrio.
“Siento que quizá haya más que se pueda hacer para empoderar a los jóvenes, por lo que vi ayer me pareció que no tienen mucho para hacer”, dijo. “Ellos tienen el tiempo. Tienen la energía. Pero están utilizando esa energía para cosas negativas”.
En el barrio norteño de Haringey, en Londres, algunos jóvenes están tratando de hacer algo positivo a través de un grupo llamado HYPE. Una de ellas es Erica López. “Para ser honesta, creo que en este momento se trata sobre todo de saquear. Una mayoría de la gente sólo busca saquear el botín, sin ningún motivo, simplemente porque quieren hacerlo. Tan simple como eso”, aseguró.
López dijo que no tolera la violencia, pero entiende y comparte la ira reprimida que muchos de sus jóvenes vecinos sienten por la falta de oportunidades de empleo y recortes en la financiación del gobierno a los servicios destinados a ellos.
“El gobierno realmente necesita tomarse el tiempo y escuchar a estos jóvenes, porque durante mucho tiempo han estado llorando en silencio diciendo: ‘Esto es lo que me importa’. Ellos realmente han estado llorando durante mucho tiempo”, aseguró.