El papa Francisco canonizó al beato Junípero Serra durante una misa solemne en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en la capital estadounidense.
Los hispanos ya tienen santo propio en Estados Unidos. Fray Junípero Serra, de origen español, fue elevado este miércoles a los altares celestiales, por el Papa Francisco, ante una multitud de más de 25 mil personas, en la Basílica de la Inmaculada Concepción.
Un vocero del gobernador dijo que Hogan se reunirá con el Papa al margen de un pequeño evento en la sede de las Caridades Católicas de Washington D.C.
En la misiva Sophie Cruz, de cinco años, pide al Sumo Pontífice que no deporten a sus padres de origen mexicano.
Este jueves, el Papa continuará haciendo historia en Estados Unidos, cuando, por primera vez, un Sumo Pontífice se dirigirá al Congreso en pleno. La mayor expectativa de su intervención, entre los hispanos, se centra en el tema de inmigración.
Sophie Cruz le pide al Sumo Pontifice que abogue por los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos.
El papa pareció tomarse todo el tiempo del mundo para tener contacto con la gente, al punto que la oración con los obispos estadounidenses se retrasó al menos medio hora.
El papa habló del cambio climático y de una sociedad más justa que proteja a los vulnerables.
“En su humildad, su adherencia a la simplicidad, la suavidad de sus palabras y la generosidad de su espíritu, vemos un ejemplo viviente de las enseñanzas de Jesús”, dijo Obama.
El Pontífice estará en su recibimiento oficial en la Casa Blanca, se reunirá con la Conferencia de Obispos de EE.UU. y oficiará la misa de canonización de Junipero Serra.
El Papa "va a hablar pero también va a aprender y creo que es una experiencia de encuentro", dijo el director de prensa de la Santa Sede, monseñor Federico Lombardi.
Decenas de grupos y organizaciones consideran que es el mejor momento para hacer oír sus voces y presentar sus reclamos sobre diversos temas.
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