Fuerzas de seguridad sirias han expandido su despliegue a regiones estratégicas en el norte y el este del país en un intento por aplastar el levantamiento popular contra el presidente autoritario Bashar al-Assad.
Activistas y residentes dijeron que tanques y vehículos blindados han sido desplegados en las ciudades orientales de Deir al-Zour y al-Boukamal, una región cerca de la frontera iraquí dominada por clanes tribales.
El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Mark Toner, dijo que era claro que Siria ha seguido el ejemplo de Irán al emplear tácticas brutales que el gobierno iraní usó después de la disputada reelección del presidente Mahmoud Ahmadinejad en 2009.
“No se puede continuar por mucho tiempo llevando a cabo esta clase de abusos y ataques contra su propio pueblo”, dijo Toner.
En el norte de Siria, miles de civiles huyeron de la población de Maaret al-Numan, mientras tropas de élite leales a Assad avanzaban sobre la ciudad.
El funcionario estadounidense aseguró que la actitud de al-Assad “presenta serias interrogantes sobre el gobierno sirio y sobre Assad. Él ciertamente ha perdido toda credibilidad como reformista y ha disminuido la imagen de su gobierno en todo el mundo”.
Autoridades en Turquía dicen que el número de refugiados sirios que han cruzado desde Siria ha llegado a 8.500.