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Shaquille O´Neal ya es leyenda


El mejor Shaquille O'Neal, campeón y jugador más valioso de las finales con Los Angeles Lakers en 2001, tras vencer a los 76ers de Filadelfia.
El mejor Shaquille O'Neal, campeón y jugador más valioso de las finales con Los Angeles Lakers en 2001, tras vencer a los 76ers de Filadelfia.

Con Shaq se va el quinto mejor anotador en la historia de la NBA, con 28.596 puntos, y el duodécimo en rebotes con 13.099 balones capturados.

“Shaq attack”. Shaquille O´Neal, un sello, una marca con estilo propio, pero por sobre todas las cosas, un personaje de carne y hueso, de mucha carne y mucho hueso, y un enorme corazón, anunció su retiro de las canchas.

Shaquille O´Neal, probablemente uno de los deportistas más conocidos de todo el mundo, puso punto final a su carrera profesional después de 19 temporadas, cuando inició su carrera en la NBA, en el mejor básquetbol del mundo; cuando ni siquiera existía.

El pívot que ayudó a hacer mundialmente aún más conocida a la NBA, hizo el anuncio a través de un mensaje en Twitter a sus seguidores, donde escribió: "Me retiro" y en una breve video decía “amigos, lo hicimos durante 19 años. Muchas gracias. Por eso les digo primero a ustedes: me retiro. Los quiero mucho. Nos hablamos pronto".

El chico grande, más bien enorme, de 2,16 metros de altura y 147 kilos de peso, se retira tras haber sido el jugador más dominante físicamente, que nunca piso una cancha de básquetbol. Esto fue reconocido en un mensaje de Twitter, dirigido a Shaq Diesel, por el propio LeBron James, con quien jugó en los Cleveland Cavaliers y al que definió sobre todo, como “un gran tipo”.

Con Shaq se va el quinto mejor anotador en la historia de la NBA, con 28.596 puntos y el duodécimo en rebotes, con 13.099 balones capturados, aunque su actual equipo, los Celtics de Boston dijeron que no tienen una confirmación oficial del jugador aún.

Capaz de destruir un tablero de básquetbol con una volcada, como hizo en sus inicios en los Magic de Orlando; o enloquecer a miles de fanáticos de los Lakers de Los Angeles, puesto a rapero durante la celebración de un campeonato; Shaq tiene una personalidad capaz de hacerle tan intimidante como bonachón. No en vano tiene 4 millones de seguidores en Twitter y es adorado en cada ciudad donde juega, aunque en las canchas era temido.

Una marca imborrable

O´Neal fue una estrella en las canchas durante casi dos décadas. Cerró los años ’90 como un gran prospecto y abrió el siguiente milenio como un campeón.

De gesto adusto en la cancha, capaz de enemistarse con su compañero de tres campeonatos de la NBA, Kobe Bryant y marcharse a Miami, para ganar su cuarto anillo de campeón junto a Dwayne Wade y Pat Riley; como de estudiar para convertirse en policía y servir a la comunidad, Shaquille siempre encontró la forma de divertir y divertirse en la cancha y fuera de ella.

Shaq deja una marca imborrable tras su paso por la liga de básquetbol más competitiva del mundo, de donde se retira como uno de los jugadores más carismáticos de la historia.

Su inmensa sonrisa, su capacidad de reírse de sí mismo, y de meter miedo bajo los tableros, hasta sumar 60 puntos en un partido y ser por años el jugador que nadie podía contener en una cancha de básquetbol, Shaq extendió un año su presencia en las canchas para aspirar a un anillo más, con los Celtics de Boston.

No se dio. Pero la cuenta regresiva para sus rodillas cansadas siguió avanzando hasta que se acabó.

Había anunciado su retiro para la temporada anterior, pero para quienes lo querían seguir viendo en las canchas hubo una temporada extra. Entrecortada por las lesiones y con una última aparición fantasmagórica en Miami, en el partido final de los Celtics ante el Heat.

Casi envuelto en coderas, rodilleras, tobilleras y cuantos elementos pudieran ayudar a sus articulaciones agotadas, Shaq siguió poniendo en la cancha su enorme corazón, su mente despierta para hacer asistencias de fantasía o para finalizar con clavadas incontestables.

Ganó todo

No hay dudas, con su retiro se pierde su enorme figura física que también se edificó sobre su talento.

Ya no será parte del “showtime”, pero su legado queda escrito con su fuerza, con sus números 32, 33, 34 y 36 -vaya uno a saber porqué no uso el 35- que desde la Universidad de Louisiana, llevó al Magic de Orlando donde obtuvo un vicecampeonato; a los Lakers de Los Angeles donde ganó tres campeonatos y un vicecampeonato, -además del título del jugador más valioso en el 2000-; al Heat de Miami donde volvió a ser campeón una vez más; a los Suns de Phoenix; a los Cavaliers de Cleveland y a los Celtics de Boston.

Fue campeón del mundo con la selección de Estados Unidos en 1994 y Medalla de Oro en las Olimpíadas en 1996.

Hollywood lo llevó a la gran pantalla en una docena de películas y ha participado de varias producciones discográficas junto a grandes artistas como Michael Jackson y Quince Jones. Incluso disfrutó de tener un programa de televisión compitiendo con otras estrellas en distintos deportes y hasta dirigir la orquesta sinfónica de Boston, vestido de frac.

Shaq se retira del básquetbol profesional activo y deja paso a la leyenda.

Pero Shaquille O´Neal no se va a ninguna parte, sino que siempre continuará siendo una referencia cada vez que un pívot pretenda reclamar un lugar en la historia, porque primero deberá ser capaz de hacer, por lo menos, lo que Shaq hizo en las canchas y esa es una labor prácticamente irrepetible.

Shaq se fue riéndose de sí mismo y haciendo reír. Se fue con su estilo, cantando, “Shaq… aaahhha”, adaptando la letra de “Flash”, uno de los himnos de la legendaria banda británica Queen, a su nombre, su sello, el del jugador más dominante de la historia del básquetbol.

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