En el invierno boreal 2007/2008, los hermanos Cohen presentaban la película 'No Country for Old Men', que en España se tradujo como 'No es País para Viejos' (y en Latinoamérica 'Sin lugar para los débiles'). La cinta estadounidense se consagró con el Oscar al mejor actor para el español Javier Bardem.
Sin embargo, en la última semana de mayo de 2011, en el mejor básquetbol del mundo, los veteranos de la NBA dijeron lo contrario: “Este es un país para viejos”.
Los dos equipos más jóvenes de los cuatro que llegaron a las finales de conferencia, los Bulls de Chicago, cargando con el mejor récord de la liga y el jugador más valioso, Derrick Rose de 22 años de edad; y los Thunder de Oklahoma City, con el goleador de la temporada, Kevin Durant, de 23 años, se marcharon con las manos vacías.
Mejor aún, el equipo más veterano de las finales, los Mavericks de Dallas, con un promedio de edad de más de 31 años entre sus jugadores, se dieron el gusto de ganar de la mano de remontadas espectaculares en los dos últimos partidos ante los más jóvenes de la liga, los Thunder de 23 años de promedio. Los Mavs tienen entre sus titulares al alemán Dirk Nowitzki de 32 años, Jason Terry de 33 y el interminable e inigualable Jason Kidd de 38 años.
No menos determinantes fueron los veteranos del Heat de Miami, cuyos jugadores suman un promedio de más de 29 años, con un líder maduro a sus 27 años, como lo es LeBron James -el factor determinante de la postemporada-, y el aporte de Dwayne Wade, vigente a sus 29 años, los 27 de Chris Bosh, o los 31 de Adonis Haslem, clave en la remontada, o incluso el lituano Zyndrunas Ilgauskas, de 36 años, los mismos que Eric Dampier, o los 38 de Jwuan Horward. Esta experiencia fue la que superó a los Bulls, cuyo promedio de edad de sus jugadres es de 25 años.
Lucha de generaciones
La lucha de generaciones se decantó por los veteranos y de forma contundente, 4 a 1 en cada una de las finales.
Claro que hubo partidos definidos en el tiempo extra. Otros, especialmente los dos encuentros finales de cada conferencia, el quinto choque, se saldaron con las improbables remontadas de los Mavs y el Heat.
En ambos casos los campeones de conferencia estaban en desventaja -a falta de 2 minutos- por una diferencia de dos dígitos. Los dos ganaron.
La diferencia se puede encontrar, según muchos analistas, en los planteos tácticos de la defensa, en Nowitzki o en James, o en tantos otros elementos. Pero en definitiva, la diferencia bien puede encontrarse también -y sobre todo- en un factor común: la veteranía.
La experiencia fue la que definió los partidos. Los “viejos” no fallaron. Los jóvenes, deberán esperar a la próxima temporada, más maduros y preparados para dar la cara en los momentos decisivos.
Los nuevos talentos
De todos modos, nada, ni siquiera las dolorosas derrotas ponen en cuestión el talento de Rose o de Durant. Como dijo el propio Nowiztki, con Rose y Durant el futuro de la próxima generación de la NBA está asegurado.
Mejor aún, la campaña que realizaron los coloca en el camino que otros grandes transitaron: Michael Jordan, Kobe Bryant y hasta el propio LeBron James.
La excepción a la regla de acumular experiencia antes de ser campeón, tiene nombre, sobrenombre y apellido: el excepcional Earvin “Magic” Johnson, quien en su primera temporada, en 1979, lideró a los Lakers de Los Ángeles al campeonato de Liga y fue elegido el jugador más valioso de las finales.
Este martes 31 de mayo de 2011, las finales de la NBA se ponen en marcha, con leyendas vivientes y vigentes. Algunos datos más: los dos equipos se enfrentaron en las finales del 2006. Miami ganó la serie y el campeonato por 4 a 2, después de perder los dos primeros partidos.
De aquellas finales, los que vuelven a estar son: Wade y Haslem por el Heat; Nowitzki y Terry por los Mavs. Por su parte, Dampiers quien jugó por Dallas en 2006, ahora defenderá a Miami y el legendario Pat Riley, quien fue el entrenador de Miami en aquellas finales, ahora es su presidente.
Las dos finales se juegan en los estadios patrocinados por American Airlines, el el AA Arena en Miami, el AA Center en Dallas. Los dos primeros partidos serán en Miami y luego le seguirán dos en Dallas.
Es “showtime”, a disfrutar y elegir a quien alentar: James o Nowitzki, Wade o Terry, Bosh o Kidd, Heat o Mavericks, Miami o Dallas.