Antes de la sexta final de la NBA, entre los Mavericks de Dallas y el Heat de Miami, con el liderazgo de los texanos por 3 a 2 y con la posibilidad de cerrar la serie este mismo domingo 12 de junio por la noche, como visitantes en el sur de la Fllorida, el astro estadounidense LeBron James, le quita el sueño a quien no debe: a sus fanáticos.
James jugó sólo una de las finales a su nivel, la primera, en Miami. En esa oportunidad el Heat ganó por diez puntos de diferencia. Luego, fueron otras cuatro finales para el olvido las que marcan la marcha del superastro -considerado como uno de los mejores jugadores de básquetbol de todos los tiempos, pero virtualmente “Missing in Action”, “Desaparecido en combate”-, en estas finales.
Esta noche, cuando la serie final regresa al American Airlines Arena de Miami, puede ser su oportunidad de comenzar a redimirse, e impulsar las finales a un séptimo partido. En otro caso, James abrirá aún más el debate sobre sus aptitudes como líder, estrella y como jugadores que define partidos. Mejor aún, como campeón.
Lo peor de LeBron siempre ha ocurrido en el último cuarto en las últimas cuatro finales. Apenas 11 puntos en total en los últimos cuatro partidos cuando los encuentros entran en territorio de definición. Muy poco. Peor aún, pobrísimo, si se le suman las dramáticas pérdidas de pelotas en momentos clave.
"El básquetbol implica presión” reconoció James, “y las finales son presión pura", agregó intentando dejar claro que tiene el tema intelectualizado, aunque todavía falta ver si lo tiene procesado.
La “ausencia” de James, agrandó la dimensión de la figura del pívot alemán, Dirk Nowitzki, que en cada final lideró a los Mavericks de Dallas.
Ahora, los Mavs están a una victoria de reclamar el título y Nowitzki de borrar de su historial el haber sido considerado como un jugador “suave”.
LeBron James en cambio, está a una derrota de ser arrasado por las críticas.
"Eso es parte del juego si eres la estrella o la cara de un equipo", dijo Nowitzki antes de la sexta final. "Si ganas, está bien. Y si pierdes vas a recibir las críticas”, recordó el alemán, que en más de 10 años liderando a los Mavericks ha sido responsabilizado por los fracasos del equipo al no ganar una liga.
Por si faltara algo, un video donde se ve a LeBron James y Dwayne Wade, supuestamente burlándose del estado febril con el que Nowitzki jugó y ganó la cuarta final, motivó la reacción del alemán, que tachó el hecho de “infantil” el hecho, como para ponerle más pimienta a las fnales.