Enlaces para accesibilidad

Elecciones 2012

Romney hace una pausa durante un evento de campaña en Pensilvania, el 17 de julio de 2012.
Romney hace una pausa durante un evento de campaña en Pensilvania, el 17 de julio de 2012.

Los ataques de Obama contra Romney se enfocan en dos temas: primero, el historial de Mitt Romney como hombre de negocios y cabeza de la empresa Bain Capital, y segundo, la publicación de sus declaraciones de impuestos.

La “bain-a” en que se encuentra Romney

De acuerdo a libro de jugadas de Mitt Romney, las cosas no deberían estar como están. La estrategia de Romney para la campaña presidencial 2012 era bastante sencilla: hacer de la elección un referéndum sobre la presidencia de Obama, especialmente sobre su historial en la economía. Todavía puede suceder, pero en algún punto en el camino en las semanas recientes la campaña de Romney se salió del plan y ahora está a la defensiva luego de una andanada de ataques en la televisión de parte del campo de Obama.

Los ataques de Obama contra Romney se enfocan en dos temas: primero, el historial de Mitt Romney como hombre de negocios y cabeza de la empresa Bain Capital en los años antes de que fuera electo gobernador de Massachusetts en 2002. Y segundo, el tema de la declaración de impuestos y de por qué no va a dar a conocer más declaraciones a parte de las de los dos años que había prometido. Las declaraciones del 2010 ya han sido dadas a conocer y esperan hacer lo mismo con las de este año en algún momento en las próximas semanas siguientes.

Definiendo a Romney

Sobre el historial de Romney como hombre de negocios, la campaña de Obama ha copiado una página de la campaña de re-elección de 2004 de George W. Bush, y eso es para definir al oponente ante el público antes de que él o ella tenga la oportunidad de hacerlo por sí mismo. Esto rindió buenos frutos para el esfuerzo de reelección de Bush en 2004 cuando los anuncios sobre el llamado ataque de “bote rápido” se tiraron contra el supuesto fuerte del candidato demócrata John Kerry, su servicio en la fuerza naval durante los años de Vietnam. Los anuncios comenzaron a pasarse meses antes de la elección y cuestionaban el historial de Kerry durante la guerra, al punto que le permitió a la campaña de Bush convertir el carácter y la confianza en Kerry en un tema importante para la elección en noviembre.

La campaña de Obama ahora ataca a Romney en lo que supuestamente es su gran fortaleza, su récord como hombre de negocios y como jefe del Bain Capital, una firma de valores que él fundó a mediados de los años 80, que tuvo gran éxito y que generó grandes dividendos a sus inversionistas. Parte de la crítica de Obama es que algunas de las compañías de Bain compraron y vendieron empresas, algunas exportaron puestos de trabajo al extranjero, y otras, terminaron en la bancarrota. Romney ha asegurado que durante su dirección, Bain creó más trabajos que los que se perdieron.

Romney dice que su papel en esa empresa cambió en 1999 luego que fue designado para manejar los Juegos Olímpicos de Invierno 2002 en Salt Lake City, Utah y que no tuvo un papel preponderante en Bain después de febrero de 1999.

Pero las declaraciones juradas ante la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos indican que Romney aún aparecía listado en los documentos oficiales como director ejecutivo de Bain, presidente, “persona a cargo” y “accionista único”. La campaña de Obama se ha hecho valer de las discrepancias y han puesto a Romney a la defensiva, incluyendo en los programas políticos de televisión que pasan el domingo. Un impacto inmediato de todo esto es que le impide a la campaña de Romney enfocarse en lo que quieren, lo cual es el récord del presidente Obama en la economía. La campaña de Romney intenta ahora salirse de la discusión sobre Bain y lo seguirá intentando en las siguientes semanas.

El cometa del colector de impuestos

El otro tema es el ataque contra la negativa de Romney a publicar sus declaraciones de impuestos sobre sus ganancias de otros años pasados. Ha publicado las de 2010 y las del 2011 deberían darse a conocer dentro de un mes o algo así. Pero hasta ahora Romney se está agarrando a su posición de que no tiene que dar a conocer más información que eso, añadiendo en una entrevista que no quiere dar a sus contrincantes material de “investigación”.

Bueno, en este momento el tema beneficia al presidente. Tanto que algunos prominentes críticos conservadores y el gobernador republicano de Alabama, Robert Bentley, están urgiendo a Romney que de a conocer sus declaraciones de impuestos para ponerle fin al tema.

Lo que es sorprendente de esto es que algunos de los que hablan en el lado republicano han dicho creer que los de Romney no sacan las declaraciones porque él tiene algo escondido. No dicen qué podría ser eso y la campaña de Romney se mueve para rechazar esa idea, diciendo que no tiene obligación de sacar nada, más allá de los dos años a los que ha accedido mostrar.

Pero la expectativa aquí es que la presión republicana sobre Romney para que dé a conocer más récords sólo va a ir en aumento y la campaña de Obama va a tratar de explotarla como una manera de mantener el enfoque en el historial y la riqueza de Romney, y no en el récord del presidente sobre la economía.

Los demócratas creen que una manera en que el presidente puede ganar la elección este año es hacer que la elección sea entre dos candidatos distintos, y no simplemente un referéndum sobre el período de Obama.

Los estrategas demócratas saben que sería demasiado fácil para muchos votantes indecisos simplemente votar en contra del presidente si se fijan cómo está la economía y qué fue lo que Obama prometió que haría cuando tomó el poder. Así que tienen pocas alternativas a parte de atacar el punto fuerte de Romney, de que es un hombre de negocios con experiencia que tiene las soluciones más inteligentes para arreglar la economía y devolver los puestos de trabajo.

Algunos republicanos están alarmados del éxito que los demócratas han tenido recientemente al poner a la campaña de Romney a la defensiva. Pero también advierte que la elección todavía tiene meses por delante y que Romney y sus aliados tienen decenas de millones de dólares para gastar y atacar al presidente y su récord en la economía.

Pero los republicanos recuerdan bien las lecciones de la campaña del 2004 cuando los aliados de Bush se fueron en contra de John Kerry con los anuncios del “bote rápido” y Kerry parecía desinteresado al principio, confiado de que nadie tomaría seriamente esos ataques. Bien, esos ataques sí ayudaron a socavar a Kerry hasta cierto punto y lo convirtieron en una alternativa no digerible para los ojos de algunos de los votantes pendulares, quienes por lo menos habían pensado votar por los demócratas en el 2004.

Y ahora los demócratas esperan dar a los republicanos de su propia medicina este año, aunque muchos analistas advierten que es demasiado temprano para saber si los ataque sobre la firma Bain y sobre las declaraciones de impuestos serán o no efectivas.
Barack Obama en campaña en Cleveland, Ohio.
Barack Obama en campaña en Cleveland, Ohio.
Obama y Romney con espacio para equivocarse

A menos de cuatro meses para las elecciones, la campaña presidencial del 2012 todavía parece muy cerrada. La última encuesta del Washington Post-ABC News muestra al presidente Barack Obama y a Mitt Romney empatados con el 47% cada uno y que la preocupación por la economía sigue siendo el motor de la elección.

La encuesta muestra también que más votantes se están decidiendo hacia un lado o hacia el otro y eso deja un grupo relativamente reducido de indecisos puros como objetivo a conseguir de aquí a noviembre.

El sondeo del Post-ABC encontró que unos dos tercios de los consultados creen que el país está seriamente fuera de rumbo, una mala noticia para el presidente. Por otro lado, a Obama le va mucho mejor que a Romney en el tema de la simpatía.

Cincuenta y ocho por ciento de los entrevistados creen que el presidente va a ganar en noviembre, comparado con 33% que escogen a Romney. Noventa y cuatro por ciento de los partidarios de Obama creen que el presidente ganará y 24% de los seguidores de Romney también creen que ese será el resultado, mientras que el 66% de los que votarían por Romney piensan que su candidato saldrá victorioso.

Las encuestas recientes sugieren que, a medida que se acerca noviembre, ambos candidatos, el presidente Obama y su supuesto rival republicano, Mitt Romney, tienen, cada uno, presumibles fortalezas y debilidades. Así que ahora es un buen momento para revisarlas.

Las ventajas de Obama

Primero, Barack Obama está en funciones y los presidentes en funciones son difíciles de vencer. Desde el fin de la II Guerra Mundial, solo dos presidentes en funciones han fracasado en ganar un segundo período. El demócrata Jimmy Carter perdió ante el republicano Ronald Reagan en 1980 y el republicano George H. W. Bush fue derrotado por el demócrata Bill Clinton en 1992. (No incluyo la derrota de Gerald Ford a manos de Carter en 1976 porque, en primer lugar, Ford fue presidente pero nunca fue electo como tal).

Los partidarios de Obama serían inteligentes en mantener en mente que si bien ser el presidente tiene ventajas, un presidente que intenta reelegirse se vuelve más vulnerable cuando los votantes piensan que la economía de la nación se ha debilitado, como fueron los casos en la derrota de Carter en 1980 y de Bush en 1992.

Si Obama va a ganar un segundo período este año, va a tener que encontrar la manera de contrarrestar la narrativa promovida por la campaña de Romney y por los republicanos en general, que Barack Obama es un fracaso de presidente en lo que a la economía se refiere.

La estrategia del Colegio Electoral del presidente

Otra ventaja que tiene Obama es la cantidad de formas en que él puede llegar a los 270 votos del Colegio Electoral que necesita para ganar un segundo período.
Obama se apuntó una gran victoria sobre el republicano John McCain hace cuatro años, no solo en el voto popular (53 a 46%), sino también en el recuento de votos en el Colegio Electoral (365-173). El presidente puede perder este año algunos de los Estados que ganó en 2008 y aun así ganar la elección porque parece tener más opciones para reunir la coalición de Estados necesaria y llegar al número mágico de 270 votos electorales.

La mayoría de expertos creen que el presidente va volver a tener problema este año para ganar estados como Indiana y Carolina del Norte, donde los electores parecen decepcionados por su trabajo y se inclinan por los republicanos. Pero mientras Obama pueda mantener algunos de los estados decisivos como Colorado, Ohio, Florida y Virginia, va a tener una pequeña ventaja electoral sobre Mitt Romney en noviembre. Por supuesto que mantener la ventaja en los próximos meses en medio de una lánguida economía va a ser un gran reto para la campaña de Obama.

Finalmente, los sondeos de opinión muestran que el presidente tiene una gran ventaja en simpatía sobre Mitt Romney. Las encuestas muestran que a muchos votantes les agrada el presidente de manera personal aunque están decepcionados por el resultado de su gobierno. Esa es una razón por la cual la campaña de Obama ya ha gastado tanto dinero pasando anuncios negativos de televisión en contra de Romney en estados decisivos como Virginia y Ohio.

El presidente está tratando de seguir al pie de la letra una página del manual de campaña de su predecesor republicano, George W. Bush. En la campaña del 2004, Karl Rove, el estratega de Bush, se propuso definir al candidato demócrata John Kerry de manera negativa antes de que los votantes tuvieran una idea clara de por quién querían votar. La estrategia funcionó porque puso a Kerry a la defensiva en lo que se suponía era su fuerte –su experiencia militar durante la guerra de Vietnam—y eso ayudó a que Bush ganara una elección bastante cerrada ese noviembre.

A esta estrategia hay que añadirle los ataques coordinados que subrayan el hecho de que Mitt Romney tiene cuentas de banco en paraísos fiscales, en Suiza y otros lugares, tratando de probar de que las tiene para evitar pagar impuestos en Estados Unidos. Un vocero de Romney dice que el ex gobernador de Massachusetts ha pagado todos sus impuestos y que su renta imponible es la misma que si el fondo de inversión estuviera en Estados Unidos.

Las ventajas de Romney

El candidato republicano Mitt Romney habla durante un mitín en Forth Worth, Texas.
El candidato republicano Mitt Romney habla durante un mitín en Forth Worth, Texas.
Él no es presidente y eso es bueno si el 2012 se convierte en un año de cambio de presidente, algo de lo que se benefició Obama hace cuatro años. Las elecciones presidenciales en Estados Unidos son usualmente un referéndum sobre el que está en funciones y si las noticias sobre la débil economía siguen igual o empeoran, los votantes estarán tentados a mostrar su descontento con el presidente y probar con alguien nuevo.

La campaña de Obama está gastando decenas de millones dólares tratando de definir a Mitt Romney antes de que la campaña llegue a su punto álgido y hay evidencias que parecen mostrar que los anuncios negativos están haciendo daño a Romney en los estados más disputados como Florida, Ohio y Virginia.

Sin embargo, todo eso se va a olvidar el día de la elección si los electores deciden que la economía está mal y que Obama simplemente no está para componerla. La campaña de Romney apuesta a que la mayoría de los independientes o votantes fluctuantes van a sacar esa conclusión y le van a inclinar la elección a su favor.

Una segunda ventaja para Romney parece ser el dinero. El total de fondos recolectados en junio muestran que los de Romney han conseguido $106 millones, bastante más que los $71 millones de Obama en ese mismo mes. Esto significa que dos meses seguidos Romney ha prevalecido sobre el presidente en este rubro.

Hace cuatro años, el republicano John McCain fue superado enormemente por la máquina de recolección de fondos detrás de Barack Obama que le sirvió para conseguir impresionantes victorias no solo en los estados decisivos, sino también donde los demócratas no habían ganado durante décadas como Indiana, Carolina del Norte y Virginia.

Pero este año, la máquina republicana de fondos está captando el dinero y la influencia de los llamados grupos Super Pac (Comités de acción política por sus siglas en inglés) que pueden resultar enormemente útiles para los esfuerzos de Romney en noviembre. La campaña de Obama ha gastado mucho dinero últimamente para exponer el récord de Romney como hombre de negocios y como gobernador, pero ese esfuerzo consume el dinero disponible. Romney y sus aliados están guardando su dinero para más tarde cuando se espera que hagan un esfuerzo final por conquistar votantes con una variante de la famosa frase de Ronald Reagan en su debate de 1980 con el presidente Jimmy Carter --¿Estás mejor hoy que hace cuatro años?

El entusiasmo de los votantes es un factor grande

La tercera ventaja de Romney será el entusiasmo de los electores. Los republicanos están más ansiosos por ir a votar este año que en 2008, más que todo porque que quieren sacar a Obama de la presidencia. Los conservadores puede que no adoren a Mitt Romney como candidato republicano, pero van a salir en hordas con tal de negarle la reelección al presidente.

Los activistas del Tea Party lideraron el camino en 2010 con su ira por el rescate de los bancos y la ley de salubridad. Eso ayudó a los republicanos a recuperar el control de la Casa de Representantes y aumentar su número de puestos en el Senado.

La actividad del Tea Party llegó a su climax hace dos años y puede resultar difícil repetirla este año. Pero el presidente Obama y los demócratas están seguros de que a ellos les va a costar más este año hacer que sus partidarios salgan a votar, especialmente a los estudiantes universitarios y a las minorías que salieron en masa en el 2008, muchos votando por primera vez.

Muchos de ellos están decepcionados de Obama y van a necesitar más trabajo para que voten en noviembre. Yo no creo que haya que rogar a muchos republicanos para que salgan. Así que, hasta cierto punto, la elección del 2012 está convirtiéndose en una elección de movilización –de salir a conseguir votos—para ambos partidos, con relativamente pocos indecisos en el medio cambiando de un lado al otro en las semanas finales.

Cargue más

XS
SM
MD
LG