El ex gobernador de Massachusetts dijo que no será una elección entre partidos o personalidades, sino sobre principios.
La triple victoria de Mitt Romney en Maryland, el Distrito de Columbia y Wisconsin ha solidificado la idea de que está muy cerca de su objetivo y parece que no habrá forma de detenerlo de obtener la nominación presidencial del Partido Republicano.
La única pregunta sobre la última ronda de las primarias realizadas en la semana que concluye, era si Santorum podría ganar Wisconsin y renovar las dudas sobre las posibilidad de Romney de llegar al electorado conservador.
Sin embargo, el fracaso de Santorum parece indicar que el globo aerostático de su campaña comienza a quedar sin aire.
El ex senador por Pennsylvania prometió continuar la lucha electoral al menos hasta el próximo 24 de abril en las primarias de su estado. Pero los riesgos para mantenerse en la campaña son muy altos, ya que en caso de sufrir una vergonzosa derrota ante Romney en su estado natal podría llevarlo a hipotecar sus aspiraciones para las elecciones de 2016.
La última vez que Santorum participó de una elección en Pennsylvania fue hace seis años cuando perdió por amplio margen la banca de senado, ante el demócrata Bob Casey, Jr.
La presión de parte de los líderes republicanos para que Santorum abandone la campaña por la nominación, probablemente aumentará en los próximos días, dejando abierto el camino para que Romney sea el nominado inevitable y le permita al partido enfocarse en la campaña contra el presidente Barack Obama para las elecciones de noviembre.
Incluso, en la actualidad cada día parece más claro que Romney ha cambiado su atención hacia la elección general. Al hablar ante un grupo de editores de diarios esta semana en Washington, Romney dijo que la elección de noviembre presentará a los votantes lo que definió como “una decisión sobre definición”.
El ex gobernador de Massachusetts dijo que no será una elección entre partidos o personalidades, sino sobre principios.
El presidente Obama por su parte, ofreció una perspectiva similar al hablar frente al mismo grupo de editores y director de The Associated Press, al decir que quizás no había un momento en la historia en que las visiones ofrecidas por los dos partidos fueran “tan claramente diferentes”.
Básicamente, la partida ya se ha iniciado en camino al 6 de noviembre de 2012. El público estadounidense deberá estar preparado para otra larga y muy probablemente, negativa, campaña electoral por los próximos siete meses.
La única pregunta sobre la última ronda de las primarias realizadas en la semana que concluye, era si Santorum podría ganar Wisconsin y renovar las dudas sobre las posibilidad de Romney de llegar al electorado conservador.
Sin embargo, el fracaso de Santorum parece indicar que el globo aerostático de su campaña comienza a quedar sin aire.
El ex senador por Pennsylvania prometió continuar la lucha electoral al menos hasta el próximo 24 de abril en las primarias de su estado. Pero los riesgos para mantenerse en la campaña son muy altos, ya que en caso de sufrir una vergonzosa derrota ante Romney en su estado natal podría llevarlo a hipotecar sus aspiraciones para las elecciones de 2016.
La última vez que Santorum participó de una elección en Pennsylvania fue hace seis años cuando perdió por amplio margen la banca de senado, ante el demócrata Bob Casey, Jr.
La presión de parte de los líderes republicanos para que Santorum abandone la campaña por la nominación, probablemente aumentará en los próximos días, dejando abierto el camino para que Romney sea el nominado inevitable y le permita al partido enfocarse en la campaña contra el presidente Barack Obama para las elecciones de noviembre.
Incluso, en la actualidad cada día parece más claro que Romney ha cambiado su atención hacia la elección general. Al hablar ante un grupo de editores de diarios esta semana en Washington, Romney dijo que la elección de noviembre presentará a los votantes lo que definió como “una decisión sobre definición”.
El ex gobernador de Massachusetts dijo que no será una elección entre partidos o personalidades, sino sobre principios.
El presidente Obama por su parte, ofreció una perspectiva similar al hablar frente al mismo grupo de editores y director de The Associated Press, al decir que quizás no había un momento en la historia en que las visiones ofrecidas por los dos partidos fueran “tan claramente diferentes”.
Básicamente, la partida ya se ha iniciado en camino al 6 de noviembre de 2012. El público estadounidense deberá estar preparado para otra larga y muy probablemente, negativa, campaña electoral por los próximos siete meses.