De cara a las elecciones, tanto demócratas como republicanos comienzana enfocarse en un aspecto de los candidatos: autenticidad.
En los últimos días los electores en Estados Unidos han podido ver una imagen previa de lo que podría ser la campaña electoral para las elecciones de noviembre de 2012, a la que se estima si hay algo que le faltará será “suavidad y ternura”.
La campaña de reelección del presidente Barack Obama ha estado calibrando a la campaña de Romney durante meses. Desde el principio, los políticos de la Casa Blanca se mostraban convencidos de que la organización y la disponibilidad de dinero de la campaña de Romney lo convertía en un claro favorito para ganar la nominación republicana y los últimos eventos parecen demostrar que la teoría sobre la que trabajaban era la correcta.
Semana tras semana los ataques de los demócratas se han enfocado en la campaña de Romney, con la esperanza de que los ataques de sus propios rivales republicanos también hicieran su trabajo erosionando su imagen camino a la elección de noviembre.
Por las dudas, no estoy diciendo que la campaña por la nominación republicana ya está técnicamente concluida. No, aún no. Pero no parece muy probable, por no decir imposible, que el ex senador Rick Santorum pueda desplazar a Romney desde ahora y hasta la convención republicana a fines de agosto de 2012 en Tampa, Florida.
De tal forma, podemos trabajar con la teoría de que por lo menos Romney es en estos momentos el nominado en espera.
El punto fue incluso subrayado por Newt Gingrich, quien dijo a Fox News Sunday, quien dijo que Romney es “por lejos” el más probable candidato a ganar la nominación y este es un aspecto que lentamente comienza a instalarse al menos en la consideración de sus propios rivales republicanos.
De cara a las elecciones, tanto demócratas como republicanos comienzan a enfocarse en un aspecto de los candidatos: autenticidad.
El tenor de los ataques de los demócratas contra Romney lo identifican como un republicano moderado de Massachusetts, que perdió ampliamente contra Ted Kennedy en 1994 y siguió hasta 2002 cuando ganó las elecciones para gobernador del estado.
En tal sentido, uno de los aspectos que será destacado en las elecciones del próximo otoño es: ¿Quién es el Mitt Romney verdadero?
Es el verdadero conservador que dice ser, o es un moderado que simplemente se posiciona más a la derecha para ganar la nominación republicana.
La campaña de Romney por su parte, intentará tomar ventaja de los recientes comentarios del presidente Barack Obama al presidente ruso, Dmitry Medvedev, diciendo que tendrá más flexibilidad de ganar un segundo período.
Durante un reciente discurso en Washington, Romney se aferró a este punto, acusando al presidente de “jugar a las escondidas”, enmascarando sus verdaderas intenciones en caso de ganar un segundo período.
Los comentarios de Obama sobre la “flexibilidad” intentarán ser usados por la campaña de Romney para crear dudas sobre los votantes independientes de a donde el presidente realmente quiere conducir el país en sus próximos cuatro años de gobierno.
Lo que se puede esperar es una cantidad de publicidad negativa en internet de ambas campaña, ahora y hasta la elecciones general. En particular, las dos campañas disponen de fondos suficientes y tendrá amplio apoyo a sus espaldas a través de los Súper PAC que estarán más que felices en dilapidar millones de dólares para derrumbar a sus oponentes.
Incluso, cuanto más cerrada sea la campaña, tal como las encuestas sugieren, más negativa será la disputa. La campaña de Romney siempre ha estado convencida de que tienen una buena oportunidad de ganar y esperan hacer de la elección un referéndum sobre como el mandatario ha manejado la economía y esperan que los votantes le bajen el pulgar a Obama.
La campaña del presidente Obama prefiere que la votación de noviembre sea sobre una elección, y no un referéndum. Una elección de seguir el curso actual de la economía en términos de crecimiento lento y sostenido, o retornar a las políticas de los republicanos que los demócratas creen son las que causaron los problemas.
Por supuesto que todo dependerá de cómo la economía se desarrolle y que las evolución no sea descarrillada por los altos precios de la gasolina.
Como decía el hombre en la gran película “El puente sobre el río Kwan”: “Siempre hay algo inesperado”.
La campaña de reelección del presidente Barack Obama ha estado calibrando a la campaña de Romney durante meses. Desde el principio, los políticos de la Casa Blanca se mostraban convencidos de que la organización y la disponibilidad de dinero de la campaña de Romney lo convertía en un claro favorito para ganar la nominación republicana y los últimos eventos parecen demostrar que la teoría sobre la que trabajaban era la correcta.
Semana tras semana los ataques de los demócratas se han enfocado en la campaña de Romney, con la esperanza de que los ataques de sus propios rivales republicanos también hicieran su trabajo erosionando su imagen camino a la elección de noviembre.
Por las dudas, no estoy diciendo que la campaña por la nominación republicana ya está técnicamente concluida. No, aún no. Pero no parece muy probable, por no decir imposible, que el ex senador Rick Santorum pueda desplazar a Romney desde ahora y hasta la convención republicana a fines de agosto de 2012 en Tampa, Florida.
De tal forma, podemos trabajar con la teoría de que por lo menos Romney es en estos momentos el nominado en espera.
El punto fue incluso subrayado por Newt Gingrich, quien dijo a Fox News Sunday, quien dijo que Romney es “por lejos” el más probable candidato a ganar la nominación y este es un aspecto que lentamente comienza a instalarse al menos en la consideración de sus propios rivales republicanos.
De cara a las elecciones, tanto demócratas como republicanos comienzan a enfocarse en un aspecto de los candidatos: autenticidad.
El tenor de los ataques de los demócratas contra Romney lo identifican como un republicano moderado de Massachusetts, que perdió ampliamente contra Ted Kennedy en 1994 y siguió hasta 2002 cuando ganó las elecciones para gobernador del estado.
En tal sentido, uno de los aspectos que será destacado en las elecciones del próximo otoño es: ¿Quién es el Mitt Romney verdadero?
Es el verdadero conservador que dice ser, o es un moderado que simplemente se posiciona más a la derecha para ganar la nominación republicana.
La campaña de Romney por su parte, intentará tomar ventaja de los recientes comentarios del presidente Barack Obama al presidente ruso, Dmitry Medvedev, diciendo que tendrá más flexibilidad de ganar un segundo período.
Durante un reciente discurso en Washington, Romney se aferró a este punto, acusando al presidente de “jugar a las escondidas”, enmascarando sus verdaderas intenciones en caso de ganar un segundo período.
Los comentarios de Obama sobre la “flexibilidad” intentarán ser usados por la campaña de Romney para crear dudas sobre los votantes independientes de a donde el presidente realmente quiere conducir el país en sus próximos cuatro años de gobierno.
Lo que se puede esperar es una cantidad de publicidad negativa en internet de ambas campaña, ahora y hasta la elecciones general. En particular, las dos campañas disponen de fondos suficientes y tendrá amplio apoyo a sus espaldas a través de los Súper PAC que estarán más que felices en dilapidar millones de dólares para derrumbar a sus oponentes.
Incluso, cuanto más cerrada sea la campaña, tal como las encuestas sugieren, más negativa será la disputa. La campaña de Romney siempre ha estado convencida de que tienen una buena oportunidad de ganar y esperan hacer de la elección un referéndum sobre como el mandatario ha manejado la economía y esperan que los votantes le bajen el pulgar a Obama.
La campaña del presidente Obama prefiere que la votación de noviembre sea sobre una elección, y no un referéndum. Una elección de seguir el curso actual de la economía en términos de crecimiento lento y sostenido, o retornar a las políticas de los republicanos que los demócratas creen son las que causaron los problemas.
Por supuesto que todo dependerá de cómo la economía se desarrolle y que las evolución no sea descarrillada por los altos precios de la gasolina.
Como decía el hombre en la gran película “El puente sobre el río Kwan”: “Siempre hay algo inesperado”.