Los indígenas de la Amazonia boliviana retomaron la marcha en defensa de la reserva natural amenazada por la construcción de una carretera, después de que la protesta pacífica fuera interrumpida por una dura represión policial.
En el reinicio de su marcha hacia La Paz, los indígenas convocaron el reencuentro de aquellos que se habían dispersado en la localidad de Quiquibey. "Unos estamos en San Borja, otros hermanos están en Rurrenabaque, a 100 kilómetros, y por eso escogimos ese sitio para reanudar", dijo el dirigente Rafael Quispe, según cita France Press.
Entre tanto, el Congreso boliviano citó a tres ministros bolivianos para responder sobre la violenta represión policial contra los manifestantes pacíficos en contra del proyecto de carretera, que fue suspendido por el presidente Evo Morales a raíz de la controversia.
Carlos Romero, ministro de Presidencia, Walter Delgadillo, ministro de Obras Públicas y Wilfredo Chávez, el nuevo ministro de Gobierno, serán interpelados por los parlamentarios el viernes 30 de septiembre.
Wilfredo Chávez juró el cargo el martes pasado, después de que el ex ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, renunciara al cargo ante la presión de los movimientos indígenas. También renunciaron otros altos funcionarios del gobierno de Morales, incluyendo María Cecilia Chacón, ministra de Defensa; Marcos Farfán, viceministro de Interior y María René Quiroga, directora de Migración.
Una diputada de la oposición se quejó de que la interpelación será una "reunión de amigos", ya que el Parlamento es de mayoría oficialista.
"La única intención será evitar responsabilidades hacia la máxima instancia del Ejecutivo. Es lamentable porque, amparados en sus dos tercios, seguramente los tres ministros van a salir aplaudidos, como ha ocurrido en otras interpelaciones", dijo Elizabeth Reyes, de Unidad Nacional (UN).
Las masivas movilizaciones, bloqueos y una huelga parcial en apoyo a los indígenas de la Amazonia llevó al gobierno a prestar atención a las demandas de los trabajadores y suspender la construcción de la carretera.
El principal dirigente de la central obrera, Pedro Montes, calificó la protesta de contundente y alertó sobre la posibilidad de llamar a una huelga indefinida.
“Ahí está la respuesta de los trabajadores, del pueblo frente a quienes no cumplen los convenios que fueron firmados por el gobierno. Y también repudiamos la actitud cobarde de quienes han cometido el crimen contra los marchistas indígenas”, dijo Montes.
Tras un día de movilizaciones en Bolivia, el presidente Evo Morales nuevamente pidió perdón a los marchistas indígenas y aseguró que no había dado ninguna instrucción para la represión policial.
“Reconocemos los errores" dijo el mandatario. Lo que ocurrió durante las manifestaciones, "es una profunda llamada de atención", admitió, a la vez que aclaró que no dio órdenes en tal sentido. "Quiero que sepa el pueblo boliviano que no hubo ninguna instrucción del presidente o de otras autoridades. ¿Como podíamos instruir que suceda esto?”, señaló Morales.