Japón esperaba que el reabastecimiento de energía a un devastado reactor nuclear ayudara a resolver la peor crisis atómica en 25 años, mientras los intentos por enfríar los reactores y las varillas de combustible nuclear de la planta de Fukushima Dai-ichi en Japón continúan fallando.
El primer ministro Naoto Kan definió como una situación "muy grave" y el gobierno evalúa sus opciones ante la crisis que ya contabiliza 21.000 personas muertas y desaparecidas desde que el terrremoto y posterior tsunami afectara el país.
Se estima que la tercera mayor economía del planeta sufrió daños por 250.000 millones de dólares, con ciudades completas desaparecidas en la región de la costa noreste.
En Fukushima, unos 300 ingenieros luchan dentro de la zona de peligro por salvar la planta Fukushima de seis reactores nucleares. Una de las opciones que fue planteada es la llamada "solución a lo Chernóbil", que adopta como último recurso sepultar la planta nuclear bajo arena y cemento, y declarar al área como zona restringida.
Aumenta cifra de muertos
Las cifras oficiales del número de muertos y desaparecidos en el desastre de Japón aumentó a 21.000 personas, según indicó la Agencia Nacional de Policía de Japón, mientras los equipos de rescate prosiguen con la búsqueda y tratan de reparar carreteras dañadas.
Entre tanto, la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón elevó a 5 puntos la gravedad del accidente de Fukushima en la Escala Internacional Nuclear y de Sucesos Radiológicos (INES), de entre 0 y 7.
Este es el mismo que tuvo la central de Pensylvania durante el accidente en EE.UU., en 1979.
Los últimos informes resaltan la dificultad que atraviesan los ingenieros japoneses para mantener los núcleos enfriados y las varillas de combustible nuclear usadas cubiertas de agua. De derretirse el núcleo, grandes cantidades de radiación serían liberadas, creando una contaminación que podría afectar a millones de personas en el área metropolitana de Tokio.
“Eso sería una situación donde el esfuerzo para mantener cubiertos los núcleos en estos reactores serían abandonados. Y creo que eso no puede suceder, que debemos hacer todo lo requerido para mantener el agua y el enfriamiento afectando esos reactores”, señaló Robert Willard, comandante de las fuerzas militares estadounidenses en el Pacífico.
El almirante dijo que enviará a sus soldados a la zona de peligro cerca de la dañada planta nuclear en Japón, y si es necesario enviará más ayuda para impedir el derretimiento de los reactores nucleares y la liberación de grandes cantidades de radiación.
Comienzan evacuaciones
Gobiernos extranjeros están sacando a sus ciudadanos de Japón y el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que el primer vuelo con estadounidenses evacuados salió el jueves.
El Departamento de Estado no ha ordenado una evacuación, pero ha puesto vuelos a disposición de quienes deseen salir de Japón y advirtió a sus ciudadanos que permanezcan a por lo menos 80 kilómetros de distancia.