Japón alerta del consumo de agua después de encontrar niveles de radiación dos veces por encima del nivel seguro en una depuradora.
El gobernador de Tokio, Shintaro Ishihara, pidió calma a los residentes de la capital japonesa después de que se detectaran altos niveles de yodo radiactivo en el suministro municipal de agua de la ciudad.
Si bien no representa una amenaza inmediata para la salud, las autoridades sanitarias recomendaron a los padres no dar agua del grifo a sus hijos, o mezclarla con la leche en polvo para los bebes menores de un año.
Ishihara también instó a los residentes a tratar de consumir el agua de manera “sabia”. El gobierno amplió además las restricciones a la venta de leche y vegetales de hojas producidos en las zonas cercanas a la planta nuclear de Fukushima, que ha estado emitiendo radiación desde el terremoto y tsunami del 11 de marzo.
Estados Unidos se convirtió en la primera nación en bloquear las importaciones de los productos japoneses.
Actividad en la central
Los trabajadores de Fukushima fueron evacuados después de que un humo negro o vapor saliendo del reactor número 3 de la planta, si bien, aún se desconoce la causa del humo.
Horas antes, se había anunciado la restauración del servicio eléctrico al cuarto de control de la Unidad 3, considerado el más peligroso de los seis reactores de Fukushima porque es el único que usa una mezcla de uranio y plutonio en sus varillas de combustible.
Los trabajadores tratan de restaurar la electricidad a las bombas de agua que enfrían las varillas para evitar que se recalienten y emitan más radiación.
El gobierno ha dicho que el costo total del desastre podría ser mayor a los $300.000 millones de dólares. El Banco Mundial ha estimado el costo en $235 mil millones.
El terremoto y el posterior tsunami dejaron casi 23.000 muertos o desaparecidos, en su mayoría en ciudades costeras arrasadas. Más de 250.000 personas ahora residen en albergues temporales.