Estados Unidos reitera el reclamo de Alan Gross, el ciudadano estadounidense que fue detenido por las autoridades de Cuba hace un año, en 2009.
El portavoz del Departamento de Estado Philip Crowley exigió a Cuba para que libere de inmediato y sin condiciones a Gross, detenido todo ese tiempo sin cargos formales en su contra.
Gross distribuía material de comunicación a la comunidad judía. Pero según La Habana, incurrió en "delitos graves", como espionaje. Recientemente, la comunidad judía negó vínculos con el contratista.
"Hemos dejado muy claro al gobierno cubano que la detención continua de Alan Gross es un impedimento importante para avanzar el diálogo entre nuestros dos países", comentó Crowley, quien agregó que Estados Unidos seguirá utilizando todos los canales disponibles para lograr su liberación.
Crowley indicó también que la secretaria de Estado, Hillary Clinton se reunió con la familia de Gross para expresarle su preocupación por la situación y comunicarle que había utilizado "todos los canales" para hacer saber a la isla sobre desacuerdo con el encarcelamiento.
Durante este año, Judy Gross, la esposa del detenido, se ha visto obligada a vender su casa de Maryland y su hija atraviesa problemas de salud.