El contratista norteamericano Alan Gross, detenido en Cuba desde diciembre pasado, cometió delitos "graves" al servicio de la "política subversiva" de Estados Unidos y continúa "bajo investigación", afirmó el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
“Gross se encuentra detenido por violar las leyes cubanas y por cometer graves delitos en nuestro país al servicio de la política subversiva del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba", dijo Rodríguez.
"Se encuentra bajo investigación, tiene asegurada su defensa, ha recibido permanente asistencia consultar y ha tenido comunicación con sus familiares", añadió Rodríguez.
El canciller cubano subrayó que "la situación jurídica" del estadounidense, de 60 años "ocurre con estricto apego con la ley del procedimiento penal cubano".
Gross, trabajaba para la compañía Development Alternative (DAI), subcontratada por el Departamento de Estado para proporcionar celulares, ordenadores y equipo de comunicación a grupos judíos en la isla, según Washington.
El gobierno de Cuba acusó a Gross de ser un "espía" y de proporcionar de "sofisticados" medios de comunicación a opositores.
Sin embargo, no se ha informado oficialmente de cargos en contra de Ross.
Según el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, las autoridades estadounidenses pudieron visitar al contratista en cinco ocasiones, hasta ahora, la última el pasado 25 de mayo.
El gobierno de EE.UU. reclamó a Cuba la liberación de Gross durante una ronda de pláticas migratorias que los dos países realizaron en La Habana en febrero pasado.
El gobernante cubano Raúl Castro afirmó, durante un discurso, que la detención del estadounidense es una muestra de que "el enemigo está tan activo como siempre".
Tras una tregua inicial con el gobierno de Barack Obama, Cuba y Estados Unidos, sin relación diplomática desde 1961, volvieron a su retórica de confrontación, y entre varios asuntos figura el caso de Gross.