Las fuerzas rebeldes libias retomaron este sábado la estratégica ciudad de Ajdabiya, luego de una noche de encarnizados enfrentamientos con las tropas de Gadhafi y la incursión de la aviación aliada.
De esta manera, los insurgentes recuperan el control de una plaza clave en la defensa de Bengasi, la segunda mayor ciudad del país y bastión de la oposición libia.
El hecho ocurre después de que los 28 países miembros de la OTAN acordaron iniciar la transición para asumir el mando de las operaciones militares en Libia, y la decisión fue apoyada en Washington por la secretaria de estado, Hillary Clinton.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, anunció en Bruselas que la alianza implementará la zona de exclusión aérea en Libia para impedir volar a los aviones de Moammar Gadhafi y proteger a la población civil, pero que no llevará a cabo por ahora acciones ofensivas.
Clinton resaltó que la coalición internacional ha logrado hasta ahora “avances significativos” y que se impidió "una masacre en Bengasi", pero advirtió que aunque Gadhafi ha tenido que retroceder “sigue siendo una amenaza para el pueblo libio”.
También dijo que ha sido puesta en marcha asistencia humanitaria para la población civil en Libia y que un grupo de médicos y enfermeras llegaron a Bengasi para prestar ayuda en los hospitales de la ciudad, baluarte de los rebeldes.
La jefa de la diplomacia estadounidense recalcó que la participación de las naciones árabes en el esfuerzo “es crucial”, e informó que los Emiratos Arabes Unidos anunciaron que se sumarán a las operaciones aéreas en Libia.
"Apreciamos profundamente sus continuas contribuciones incluyendo aviones y pilotos de Qatar", dijo.
Los combates
Antes de la decisión de la OTAN, aviones de la coalición internacional intensificaron jueves y viernes los ataques aéreos en Libia y bombardearon nuevamente los alrededores de Trípoli.
Sin embargo, no lograron impedir con ello que las tropas leales a Moammar Gadhafi siguieran asediando Misrata, a unos 200 kilómetros al este de Trípoli y la tercera ciudad en importancia de Libia.
También se reportaron combates en Ajdabiya, a 160 kilómetros al sur de Bengasi, y en Zintan, en el oeste y cerca de la frontera con Túnez.
Según un portavoz de los rebeldes, que tienen su cuartel general en Bengasi, al menos 109 personas han muerto y otras 1.300 han resultado heridas la última semana en Misrata.
Un portavoz de los rebeldes, el coronel Ahmad Omar Bany, anunció la creación de un Ejército Nacional pero no quiso poner una fecha definitiva ya que según dijo "depende de las circunstancias".
El jefe militar de la coalición, el general Carter Ham, dijo "no estar seguro de que no hubiera habido ninguna víctima civil" durante los ataques, aunque precisó que las fuerzas bajo su mando han sido “muy precisas y selectivas” en cuanto a los objetivos.
Un médico libio, Haitham al Traboulsi, confirmó a la cadena de televisión al-Arabiya que “ningún civil fue víctima” de los recientes bombardeos de la coalición en Trípoli y que los ataques fueron “extremadamente precisos”.
En la ONU
Los 15 países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU dieron inicio a una reunión en Nueva York para hacer un balance de la intervención militar en Libia y oir un informe del secretario general del organismo, Ban Ki-moon, quien dijo que Gadhafi no da señales de estar cumpliendo las demandas de Naciones Unidas.
Previamente, Francia había informado que la coalición iba a "continuar con los ataques aéreos" contra blancos militares "el tiempo que sea necesario".
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas francesas dijo este jueves en París que un avión de las fuerzas libias fue destruido por un cazabombardero francés en Misrata.