Las fuerzas del gobierno libio rechazaron con fuego de tanques y artillería pesada un ataque de los rebeldes que tratan de derrocar al gobierno de Moammar Gadhafi obligando a los opositores a una desorganizada retirada.
Los rebeldes tuvieron que abandonar incluso la ciudad de Ras Lanuf y pidieron más ataques aéreos de las fuerzas aliadas mientras huían hacia el este en un convoy de automóviles y camiones.
También las fuerzas de Gadhafi continuaban sus ataques contra Misrata, el último bastión rebelde en el occidente del país. Un vocero de la oposición dijo que las fuerzas pro gubernamentales están expulsando a las familias de sus casas en Misrata y que la situación es muy peligrosa.
Con los días contados
Mientras se desarrollan los combates, en Estados Unidos, el presidente Barack Obama, dijo que los seguidores del líder libio Moammar Gadhafi saben que su gobierno está por terminar, mientras la comunidad internacional aumenta la presión sobre el régimen libio.
En una entrevista televisada el presidente Obama dijo que quienes rodean a Gadhafi están comenzando a reconocer “que sus días están contados”.
Obama agregó que la comunidad internacional ahora necesita aumentar la presión diplomática para que el líder libio se decida a irse.
Las fuerzas internacionales realizan incesantes ataques aéreos a las fuerzas de Gadhafi desde hace más de una semana en cumplimiento de una zona de exclusión de vuelos ordenada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
La comunidad internacional también aplicó sanciones financieras al gobierno libio.
Mientras tanto, continúan las conversaciones sobre la posibilidad de ofrecer armas a los opositores.
La secretaria de estado, Hillary Clinton dijo que la resolución de Naciones Unidas (ONU), que autoriza la campaña aliada, permitirá a las naciones armar legalmente a los rebeldes, aunque no se ha tomado aún la decisión de hacerlo. “Por el momento no ha habido necesidad de discutir eso”, dijo Clinton.
Aunque el cambio de régimen no es el objetivo de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, decenas de naciones reconocieron que Gadhafi ha perdido legitimidad y tendría que abandonar el poder.
