Legisladores demócratas y republicanos buscan una fórmula milagrosa de última hora que los acerce a acuerdos que según insiste la Casa Blanca son de urgencia para el país, pero hasta ahora ninguna de las partes ha dado muestras de dar su brazo a torcer.
Mientras las posiciones de demócratas y republicanos siguen encontradas, líderes de la Cámara de Representantes planean una votación en breve a fin de extender los recortes tributarios vigentes desde la presidencia de George W.Bush y que expiran a fin de año.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha dicho que los demócratas “apoyan desde hace tiempo extender las rebajas impositivas para la clase media”, pero no renovarlas para el dos por ciento de los contribuyentes que constituyen el sector más acaudalado de la nación.
El vencimiento de los subsidios por desempleo a más de dos millones de estadounidenses, a un costo de unos 12 mil 500 millones de dólares, es otro de los asuntos que urge solucionar, justamente cuando la pérdida de ese ingreso más afecta a las familias, durante las festividades de fin de año.
En tiempos normales, la ayuda que el estado paga a los desempleados cubre hasta 26 semanas, pero debido a la dura recesión por la que atravesó el país, el gobierno federal extendió los subsidios en algunos casos hasta 99 semanas.
La Cámara de Representantes ya intentó en tres ocasiones extender el beneficio, pero hasta el momento los republicanos se han opuesto porque hacerlo, dicen, aumentaría el ya enorme déficit fiscal del país. También han bloqueado la medida para obligar al ejecutivo a que apruebe la rebaja de impuestos para todos los estadounidenses, sin distinción.
El presidente Barack Obama se reunió esta semana con los líderes legislativos para discutir ese y otros asuntos urgentes todavía en espera, y aunque no se logró ningún acuerdo en concreto, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que existe la responsabilidad de “hallar algo en común”.
Gibss dijo confiar en que el Congreso se ponga de acuerdo en cuanto a la rebaja de impuestos, y que el Senado ratifique antes de Navidad el nuevo tratado de reducción de armas estratégicas START firmado con Rusia, y que Obama ha calificado de vital para la seguridad de EE.UU.
Una comisión especial que analiza cómo frenar el déficit fiscal ha elaborado un plan que no sólo contempla recortes al presupuesto sino también, medidas muy polémicas como elevar la edad de jubilación, recortar el plan de salud para los mayores de 65 años conocido como Medicare, y duplicar el impuesto sobre la gasolina.
Pero los 18 integrantes de la comisión, designada por el presidente Obama y compuesta por miembros de ambos partidos, no se han puesto totalmente de acuerdo y todavía no hay certeza de que puedan aprobar el plan y enviarlo al Congreso a corto plazo.
De hecho, los senadores republicanos han amenazado con obstruir sistemáticamente el voto de toda ley mientras los demócratas no decidan reducir el gasto público y no hagan extensibles las rebajas impositivas también para los estadounidenses de más altos ingresos.