El presidente de EE.UU., Barack Obama, instó al Congreso a que apruebe una reforma para limitar los proyectos de asignaciones de dinero promovidos de forma particular por legisladores, unos fondos que en inglés se conocen como "earmarks".
Obama renovó en su mensaje semanal de los sábados la promesa de imponer disciplina fiscal y poner coto a una práctica que permite a los congresistas de ambos partidos establecer fondos para proyectos especiales que son de interés exclusivo en sus respectivos distritos.
Según el presidente, dado el déficit fiscal acumulado en la última década, el país no puede permitirse el lujo de incurrir en gastos superfluos.
Por eso indicó que le ha presentado al Congreso un plan para congelar el gasto tres años ,“y estoy listo a ofrecer maneras adicionales de ahorrar”, agregó.
Obama dijo que algunas de esas asignaciones de fodos están destinadas a proyectos que valen la pena en las comunidades, pero precisó que “muchos de ellos no”.
El presidente reconoció que los esfuerzos para reducir estos gastos extras han enfrentado enormes obstáculos políticos en Washington, pero dijo que mientras se trabaja por reformar el presupuesto, “el Congreso también debe poner de su parte”.
Aunque admitió que los “earmarks” representan una porción relativamente pequeña del gasto federal general, Obama subrayó que hacerles frente tendría un impacto importante.
"Tenemos la posibilidad de no sólo arrojar luz sobre una mala costumbre de Washington que despilfarra miles de millones de dólares aportados por los contribuyentes, sino también de dar un paso para volver a ser merecedores de la confianza pública", dijo.