El presidente de EEUU, Barack Obama, instó al Senado a que ratifique el tratado START firmado con Rusia para la reducción de armas nucleares porque según dijo es necesario para la seguridad del país.
En su alocución semanal de los sábados, el presidente indicó que ratificar un tratado como el START no significa anotar una victoria para el gobierno o un partido político, sino que significa seguridad para EE.UU.
Obama subrayó que no por gusto el acuerdo cuenta con el respaldo de los ex presidentes George H.W. Bush y Bill Clinton, de todos los ex secretarios de Estado republicanos, de los altos mandos de las fuerzas armadas, y de los aliados de EE.UU. en la OTAN.
Obama advirtió que sin este nuevo tratado "corremos el peligro de dar marcha atrás y perder el progreso hecho en nuestra relación con Rusia".
Precisó que es crucial implementarlo para que las inspecciones de instalaciones nucleares rusas puedan reanudarse tras un lapso que ya dura un año, desde la expiración del viejo tratado.
El acuerdo, que compromete a los dos países a reducir sus armas nucleares estratégicas a 1.550 (de un tope de 2.200) en siete años, requiere de 67 votos en el senado para ser ratificado.
Eso significa que la bancada demócrata que cuenta con 58 legisladores en el Senado necesita del respaldo de por lo menos nueve senadores republicanos para aprobar el tratado.
Algunos republicanos han desafiado el acuerdo alegando que limitaría de manera imprudente los sistemas ofensivos y defensivos del país y también han puesto en duda los beneficios de continuar reduciendo las armas nucleares.
En un esfuerzo por convencer a sus oponentes de que el Nuevo START no perjudicaría el sistema antimisiles de EE.UU., Obama le envió una carta al líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
La misiva asegura que durante su gobierno, EE.UU. continuará desarrollando y desplegando una efectiva defensa antimisiles para proteger a los estadounidenses, a las fuerzas armadas desplegadas en otros países, y a los aliados y amigos.
La Casa Blanca ha hecho gran presión para que se apruebe el tratado ya que de no lograrse en esta legislatura, antes de que termine el año, a partir de enero en vez del apoyo de nueve republicanos necesitarían el respaldo de 14, puesto que los demócratas en el Senado pasarán a ser sólo 53.