Otras 17 personas perdieron la vida en los combates de la ciudad de Homs, en Siria, catorce de ellos civiles. “Un clima de guerra con explosiones por todas partes en medio del tiroteo de ametralladoras pesadas.
Muchas casas fueron destruidas. Los agentes de seguridad y las milicias partidarias del régimen impidieron que las ambulancias evacuaran a los heridos”, afirmaron los Comités Locales de Coordinación (LCC), según recoge la agencia France Press.
Mientras tanto, el ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Walid al-Moallem, amenazó con ejercer "duras medidas" contra cualquier país que reconozca al recién formado Consejo Nacional de Siria, que consideró como "ilegítimo".
El CNS tenía previsto realizar reuniones en El Cairo y Estocolmo, adquiriendo cada vez más notoriedad en reflejo de su homónimo libio, el Consejo Nacional de Transición, lo cual preocupó al gobierno de Bashar al-Assad, ya que si el SNC se reconoce, podría desempeñar el mismo papel protagónico que en Libia finalmente derrocó al líder Moammar Gadhafi.
La Unión Europea (UE) avaló la formación del CNS como un "paso positivo" y saludó “los esfuerzos de la población para establecer un bloque de oposición”, según indicó el comunicado que deber ser aprobado por los ministros reunidos en Luxemburgo.
El Observatorio de Siria con sede en Londres para los Derechos Humanos, dijo que las fuerzas de seguridad mataron a siete personas a la muerte en la central ciudad de Homs, y tres más en las zonas rurales alrededor de Hama. Las tropas del gobierno también abrieron fuego contra un cortejo fúnebre en el suburbio de Damasco de Dumeir, matando a otras tres personas.
Luto en Turquía
En Turquía, los manifestantes realizaron una protesta en contra de la muerte del líder de la oposición kurda Tammo Mashaal, quien fue asesinado la semana pasada por hombres armados no identificados en su hogar en Siria.
Tammo fue miembro fundador del Partido Futuro kurdo y un miembro del Consejo Nacional de Siria. Las tropas sirias mataron a cinco personas el sábado, cuando dispararon contra una multitud de 50.000 asistentes a su funeral en la localidad de Qamishli. El evento se convirtió en un acto de masas.
Los testigos dicen que los dolientes pidieron al gobierno de Assad a renunciar al grito de "abandono". En un momento dado, los manifestantes derribaron una estatua del padre de Assad, el presidente Hafez al-Assad. Los activistas dicen que las manifestaciones contra el gobierno se repitieron en otras ciudades.
Las Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas dice que más de 2.900 personas han muerto en disturbios contra del gobierno de Siria, que se encuentran en su séptimo mes.