El gobierno de Cuba declaró que la decisión del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de disminuir las restricciones de viaje y el envío de dinero a la isla era un paso positivo, pero que resulta insuficiente para aliviar el embargo de décadas de duración.
Los comentarios fueron emitidos por el ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, y representan la primera reacción desde que la Casa Blanca anunciara las nuevas medidas.
La cancillería cubana sostiene que los nuevos cambios hicieron poco para modificar la política del bloqueo.
Funcionarios también cubanos dijeron que los cambios restauran las reglas a donde estaban antes de que el presidente George W. Bush hiciera más estricta las restricciones.
Por su parte, la legisladora republicana cubano-estadounidense Ileana Ros-Lehtinen, quien preside la comisión de relaciones exteriores del Congreso, emitió una declaración en la que se opone al cambio, indicando que no ayudará al pueblo cubano a liberarse de lo que llamó, el tirano que los oprime.
