Una alta funcionaria del Departamento de Estado de EE.UU. se reunió en la Habana con Alan Gross, el contratista estadounidense que lleva más de un año detenido en la isla.
El vocero del Departamento de Estado Philip Crowley dijo que “Roberta Jacobson ha tenido la oportunidad de reunirse con Alan Gross, con representantes de la Iglesia católica, grupos judíos y miembros de la sociedad civil" cubana.
Una delegación encabezada por Jacobson, vicesecretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, viajó esta semana a la isla para asistir a una nueva ronda de conversaciones migratorias con las autoridades cubanas, la cuarta que se realiza desde que estas se reactivaron en 2009.
Crowley calificó las conversaciones de "productivas" en las que según dijo se abordaron "un amplio rango de temas de interés común", entre ellos el compromiso de EE.UU. de promover una inmigración segura, legal y ordenada.
El portavoz indicó que Jacobson volvió a pedir a La Habana que libere inmediatamente a Gross, encarcelado en Cuba desde diciembre de 2009 y con problemas de salud, así como "a todos los presos polticos".
Luego de reunirse con Gross, Jacobson declaró ser "prudentemente optimista" respecto a que el contratista sea juzgado y repatriado por razones humanitarias a EE.UU.
Washington sostiene que Gross viajó a la isla con el propósito de facilitarles a miembros de la comunidad judía cubana el acceso a Internet, en virtud de un programa financiado por el Departamento de Estado para distribuir material informático y de comunicaciones a grupos civiles.
Cuba no ha presentado cargos formales contra el estadounidense pero ha dicho que Gross, quien entró a ese país con visa de turista, realizaba labores de espionaje.
La diplomática estadounidense se reunió en La Habana además con una docena de opositores al gobierno cubano y dialogó con ellos sobre derechos humanos y democracia en la sede de Sección de Intereses de EE.UU.
Uno de los participantes en el diálogo, Elizardo Sánchez, de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, dijo que el objetivo del encuentro de la funcionaria con ellos “fue expresar de forma clara su apoyo moral al movimiento pro-democracia" en Cuba.
El gobierno cubano calificó de "ofensa", “injerencia” y "abierta provocación" la reunión de altos funcionarios del Departamento de Estado con opositores en La Habana.
