El presidente de EE.UU., Barack Obama, prorrogó por otros seis meses la suspensión del Capítulo III de la Ley de Libertad y Solidaridad Democrática para Cuba, más conocida como la Ley Helms-Burton.
Dicho capítulo faculta a Washington a demandar a empresas extranjeras que negocien con propiedades confiscadas a estadounidenses por el gobierno de Cuba tras el triunfo de la revolución en la isla en 1959.
En una carta dirigida a los presidentes de los comités de Asignaciones y de Relaciones Exteriores del Senado y de la Cámara de Representantes, Obama dice que la prórroga por seis meses tiene efecto a partir del próximo 1ro. de febrero.
De acuerdo con el presidente, la decisión “es necesaria para los intereses nacionales de Estados Unidos y acelerará la transición hacia la democracia en Cuba".
El capítulo III de la Ley Helms-Burton, promulgada en 1996 para reforzar el embargo comercial al gobierno de la isla, ha sido de hecho suspendido por todos los presidentes desde Bill Clinton, y nunca ha entrado en vigor.
El anuncio de la prórroga ocurre en víspera del inicio en La Habana de una nueva ronda de conversaciones migratorias entre autoridades de los dos países.
La delegación estadoundiense que participará en las conversaciones está encabezada por la vicesecretaria de Estado adjunta para el Hemisferio Occidental, Roberta S. Jacobson.
De manera previa a la reunión, EE.UU. ha insistido en que el gobierno cubano ponga en libertad al contratista estadounidense Alan Gross, encarcelado desde hace más de un año en la isla sin que hasta ahora se hayan formulado cargos en su contra.