Casi mil 600 médicos y otros profesionales de la salud cubanos huyeron hasta el año pasado a EE.UU. de las misiones a las que el gobierno de la isla los envió en el extranjero, según el diario The Wall Street Journal (WSJ).
De acuerdo con el periódico, son exactamente 1.574 los que entraron a EE.UU. desde numerosos países en virtud del programa conocido como Cuban Medical Professional Parole (CMPP).
El CMPP, que funciona desde el 2006, hace posible a los médicos y técnicos de la salud cubanos viajar de inmediato a EE.UU. con visas de refugiados.
La mayoría de los que escaparon lo hicieron directamente desde Venezuela (824), donde el gobierno cubano los alistó en el plan de asistencia médica chavista denominado Barrio Adentro, en tanto que otros 291 lograron huir a través de la vecina Colombia.
Más de 200 hicieron lo mismo desde Bolivia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Brasil, Namibia, Perú y Guyana, mientras que otros optaron por acogerse al programa de refugiados en lugares tan distantes de la isla como Qatar, Fiji, Yibuti y las islas Mauricio.
La fuga en busca de libertad suele tener un alto costo para los médicos cubanos, ya que para escapar a la vigilancia de que son objeto y por carecer de pasaporte tienen que pagar grandes sumas a funcionarios corruptos en los países donde prestan servicios, como en el caso típico de Venezuela. Además, luego no pueden regresar de visita a la isla y sus familiares en Cuba sufren represalias.
Según cifras difundidas por las autoridades cubanas, hasta mediados del 2010 había unos 37 mil médicos y técnicos de salud de la isla laborando en 77 países.
El estimado de lo que gana el gobierno cubano producto del trabajo de los médicos en misión en el extranjero no está claro, aunque el WSJ citó el monto de los ingresos por "exportaciones de servicios" referidos por el Banco Central de Cuba, que ascienden a 8.000 millones de dólares anuales.
Respecto a los médicos, el periódico dijo que "sus salarios en Cuba llegan a unos 25 dólares al mes. Cuando prestan servicio en el exterior mantienen sus salarios en pesos cubanos más un estipendio de 50 dólares por mes, que se paga a sus familiares mientras permanezcan de servicio".
El WSJ, que para su reportaje entrevistó a varios médicos cubanos, agregó que "en adición en el extranjero ganan salarios que van desde los 150 a los 1.000 dólares mensuales, en dependencia de la misión en que estén".
Una doctora dijo al diario que "en Haití nos pagaban 300 dólares mensuales en gourdes (la moneda haitiana). Convertía mi salario, y vivía bien con 100 dólares al mes". El WSJ destacó que con los ahorros la mujer compró un televisor y una computadora portátil, artículos que no habría podido adquirir en Cuba.
Otro refugiado cubano entrevistado por el WSJ, el médico Ramón González, quien trabajó en misiones en Ghana y Gambia, señaló que "los instintos empresariales" de los cubanos les ofrecen oportunidades casi ilimitadas de obtener ganancias.
"Si uno va a un mercado de las pulgas y compra un traje de baño de EE.UU., cualquier cosa de marca Speedo o Nike, le cuesta 45 centavos de dólar en África" y "lo puede vender por 5 dólares en Cuba".
González se refirió a un negocio incluso más lucrativo: la práctica de la medicina privada, incluyendo abortos, que según él pueden ser una mina de oro para los cubanos, especialmente en países del Oriente Medio, que pagan los mejores salarios.
"La gran mayoría de los doctores cubanos se pelea para entrar en una misión ya que pueden acumular miles de dólares", dijo el médico disidente Darsi Ferrer Ramírez, director del opositor Centro de Salud y Derechos Humanos Juan Bruno Zayas, en La Habana.
Según Ferrer, las misiones médicas cubanas en el extranjero están minadas por la corrupción. "Se sabe que para ir los mejores países -estamos hablando de Sudáfrica, Brasil- hay funcionarios que reciben dinero bajo la mesa. Cuesta entre 500 y 1.000 dólares", dijo.