El futuro del Brexit está en sus manos: Arlene Foster, de 49 años, jefa del pequeño partido unionista DUP, cimentó sus fuertes convicciones durante los disturbios que ensangrentaron Irlanda del Norte, y defiende de forma obstinada la unión de su provincia con el Reino Unido.
Londres y Bruselas anunciaron el jueves haber hallado un nuevo acuerdo sobre el Brexit, a dos semanas de la fecha prevista para el divorcio entre la Unión Europea y Reino Unido. Pero el texto también debe ser aprobado por el Parlamento británico donde Foster, con sus diez diputados, es aliada indispensable del Primer ministro Boris Johnson.
Sin embargo el DUP expresó este jueves claramente sus reticencias ante el acuerdo cerrado, lo que hace improbable su adopción en el Parlamento.
En efecto, Arlene Foster, apasionada unionista, no transige con sus principios, y para ella es inaceptable cualquier estatuto para su provincia de Irlanda del Norte diferente al del resto del Reino Unido.
Sus convicciones se han forjado en la sangre. Tenía 8 años, en 1979, cuando militantes del Ejército republicano irlandés (IRA) le pegan un tiro en la cabeza a su padre, policía a tiempo parcial, en su granja ubicada cerca de la frontera con la República de Irlanda, entonces fuertemente militarizada. Su progenitor sobrevivría al ataque.
A los 16 años, Arlene Foster sufrió un atentado contra su autobús escolar perpetrado por el IRA, dirigido contra el conductor, miembro de las fuerzas armadas.
Ultraconservadora
Esta mujer de fuerte carácter, de pelo corto y moreno e imponente presencia, es abogada de formación y experta en negociaciones. Logró obtener más de 1.000 millones de libras para su provincia a cambio de su apoyo a la exprimera ministra Theresa May.
Casada, con tres hijos, fue hasta hace poco primera ministra de Irlanda del Norte antes de dejar el cargo debido a un escándalo sobre subvenciones destinadas a las energías renovables.
Foster comulga con las ideas ultraconservadores de su partido en materia social, y es hostil al aborto y al matrimonio homosexual, prohibidos en la provincia.
La dirigente ha explicado en una entrevista con el Belfast Telegraph que los atentados de los que ha sido testigo en su infancia han construido su visión de la vida.
“Ello forma parte de lo que soy, es algo que no se me puede quitar. Ha modelado mi adolescencia, mis opciones políticas, pero al mismo tiempo no creo que debamos dejar que el pasado decida el futuro”.
Foster estudió derecho en la Queen’s University de Belfast antes de sumarse a la Asociación de Jóvenes Unionistas, organización de juventud del Partido unionista del Ulster (UUP), principal formación protestante que gobernó casi sin oposición Irlanda del Norte desde la creación de la provincia en 1922, en el momento de la independencia de Irlanda.
Tras ser electa en la nueva asamblea norirlandesa en 2003, abandonó el año siguiente el UUP para unirse al DUP, debido a sus desacuerdos sobre los términos del acuerdo de paz para Irlanda del Norte, negociado por el UUP, que puso fin en 1998 a tres décadas de enfrentamientos.
Escaló rápidamente posiciones en el partido, hasta convertirse en primera ministra de Irlanda del Norte en enero de 2016.
Foster tuvo una turbulenta relación con su viceprimer ministro Martin McGuiness, un dirigente del partido Sinn Fein (rama política del IRA), quien dimitió por enfermedad en enero de 2017 y murió algunas semanas más tarde. Los dos partidos están en efecto obligados a gobernar juntos según los términos del acuerdo de paz de 1998.
Desde entonces, Foster y el Sinn Fein no han conseguido ponerse de acuerdo, y la provincia es gobernada de hecho por Londres.