El primer ministro británico Boris Johnson le dijo a sus colegas del gabinete que se requerirá una “cantidad significativa de trabajo” para lograr un acuerdo con la Unión Europea sobre el Brexit, mientras hay indicios de avances de último minuto pero también un arraigado escepticismo en cuanto a lograrse un pacto.
Gran Bretaña tiene programado salir del bloque de 28 países el 31 de octubre y los intentos de lograr un pacto se han desplomado debido a los planes de mantener una frontera abierta entre el miembro de la UE, Irlanda, y el país del Reino Unido, Irlanda del Norte.
El desafío de mantener una frontera invisible, algo que ayudó tanto a la economía local como al acuerdo de paz de la región, ha dominado las conversaciones del Brexit de los últimos tres años, desde que los votantes del Reino Unido votaron en 2016 a favor de dejar la UE.
Sin embargo, las negociaciones se intensificaron la semana pasada después de que Johnson y el primer ministro irlandés Leo Varadkar dijeron que veían un “camino” para un acuerdo de divorcio que evitaría un Brexit sin pacto, algo que los economistas afirman que dañaría tanto a la economía del Reino Unido como a aquellas de la UE.
Ambas partes dicen que todavía hay grandes vacíos y no está claro si podrán llenarlos a tiempo para una salida ordenada al final de este mes. El jueves comienza una importante cumbre de la UE, pensada como la última oportunidad para lograr un acuerdo.
La oficina de Johnson dijo al gabinete el domingo en conferencia de prensa que “puede verse un camino a un acuerdo, pero todavía hay una cantidad significativa de trabajo para llegar ahí y debemos estar preparados para salir el 31 de octubre” incluso si no hay pacto.
De lograrse un pacto, todavía deben aprobarlo los parlamentos británico y europeo. Muchos legisladores británicos, a favor o en contra del Brexit, siguen sin estar convencidos.