Reino Unido y la Unión Europea avanzaron en las conversaciones de última hora para llegar a un acuerdo de divorcio antes de la cumbre de líderes de esta semana, pero a falta de pocas horas para alcanzarlo, sigue sin estar claro que Londres pueda evitar un retraso en su salida del bloque, programada para el 31 de octubre.
El negociador del Brexit de la Unión Europea, Michel Barnier, dejó claro en una reunión de ministros en Luxemburgo que si no se llegaba a un acuerdo el martes, sería demasiado tarde para enviar algo que los líderes del bloque pudieran aprobar en la cumbre del jueves y el viernes.
Sin embargo, mientras continuaban las conversaciones técnicas en Bruselas, corrió la voz de que se habían reducido las diferencias y que las dos partes estaban a punto de acordar un texto.
Un alto funcionario de la UE dijo que un acuerdo estaba “cerca pero que no era 100% seguro”, añadiendo que “todavía hay partes que necesitan ser perfiladas”. Otros fueron más cautelosos: una autoridad dijo que era “demasiado prematuro” concluir que había un acuerdo al alcance de la mano.
El principal escollo sigue siendo la frontera entre Irlanda, miembro de la UE, y la provincia británica de Irlanda del Norte.
Tres años después de que los británicos votaran en un referéndum salir de la UE, los negociadores siguen luchando con la cuestión de cómo evitar que la frontera se convierta en una puerta trasera del mercado único del bloque sin establecer controles que puedan socavar el acuerdo de paz de 1998 que puso fin a décadas de conflicto.
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, confirmó que las conversaciones de Brexit habían progresado y que iban en la dirección correcta.
“Los primeros indicios apuntan a que estamos progresando, que las negociaciones están avanzando en la dirección correcta”, dijo Varadkar a periodistas en Dublín.
“Pero que seamos capaces de concluir un acuerdo de retirada revisado, que después de todo es un tratado internacional, a tiempo para la cumbre del jueves, eso en este momento no está claro”.
Varadkar dijo que el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo en una reunión la semana pasada que confiaba en conseguir un acuerdo para el Brexit a través del Parlamento británico.
Consultado sobre si todavía diría que la brecha entre el Reino Unido y la UE es significativa, Varadkar respondió: “Sí, pero estas discusiones se están llevando a cabo en Bruselas en este momento, voy a recibir un nuevo informe esta noche, así que la situación puede haber cambiado incluso en las últimas horas”.
Si Londres no logra arrancar un acuerdo, podría producirse un amargo divorcio que afectaría al comercio y a las empresas, perjudicaría a los mercados financieros y podría llevar a la división del Reino Unido.
Incluso consiguiendo el visto bueno de las grandes potencias europeas, Johnson todavía tendrá que promover un eventual acuerdo en un Parlamento británico en el que no tiene mayoría.
Johnson, una figura destacada en el referéndum de 2016 que llegó al poder como jefe del gobernante partido conservador en julio, se ha comprometido a sacar al país del bloque el 31 de octubre, independientemente de que tenga o no un acuerdo de retirada.
Pero el Parlamento ha aprobado una ley que dice que Reino Unido no puede dejar la UE sin un acuerdo y Johnson no ha explicado cómo podría evitarlo.