Este viernes 7 de octubre de 2011, en Israel, todas las actividades serán paralizadas poco antes de caer el Sol.
Al fin del día también se cerrarán todas las fronteras internacionales y miles de feligreses saldrán hacia sus sinagogas con zapatos de lona -como exige la tradición- y sus mantos de rezo o ‘taledos’.
No habrá circulación de autobuses, trenes, coches o aviones. Todos los ministerios, instituciones públicas, empresas privadas y comercios, se cierran a cal y canto.
Así inicia el día de ayuno en que los judíos rezan, reflexionan y piden perdón ante sus familiares, amigos, conocidos y ante Dios.
La tarde anterior en el Muro de las Lamentaciones en la ciudad vieja de Jerusalen, miles de fieles rezaron las últimas plegarias de las Slijot, los perdones.
Las plegarias concluirán el sábado por la tarde cuando aparezcan las tres primeras estrellas en el firmamento, y tras hacer sonar el "shofar", un instrumento bíblico de viento hecho con el cuerno de un carnero y con el que los judíos "llaman" a Dios a perdonarles todos sus pecados antes de sellar el "Libro de la Vida”.