La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, y el ministro de relaciones exteriores de Portugal, Paolo Portas, criticaron el anuncio de Israel que expresó su intención de construir 1.100 nuevas unidades de viviendas en el este de Jerusalén.
Los gobiernos de Estados Unidos y Portugal están empeñados en impulsar un plan internacional para reanudar el diálogo de paz entre israelíes y palestinos el próximo mes de octubre de 2011.
El anuncio de Israel se produce menos de una semana después del lanzamiento de un iniciativa del Cuarteto para la Paz en el Medio Oriente para reanudar las conversaciones de paz, y evitar un enfrentamiento en torno a la propuesta de la Autoridad Palestina de oobtener un reconocimiento a su estadidad en Naciones Unidas (ONU).
En una rueda de prensa conjunta con su homólogo portugués, la secretaria Clinton dejó en claro la decepción de Estados Unidos sobre la determinación de Israel, la cual calificó de “contraproducente”.
“Por mucho tiempo hemos urgido a ambas partes a evitar cualquier tipo de acción que puede desalentar la confianza entre las partes, incluyendo, particularmente en Jerusalén, cualquier acción que pueda ser vista como una provocación por cualquiera de las partes”, dijo Clinton.
Portugal se encuentra en medio de un periodo de dos años como miembro temporal del Consejo de Seguridad de la ONU, y esto lo convierte en un jugador clave en la petición de los palestinos de ser reconocidos como estado miembro de la organización.
El ministro Portas evitó revelar el voto de Portugal en el Consejo de Seguridad, indicando que su gobierno quiere ver los resultados tras la convocatoria del Cuarteto.
“Después de la declaración del Cuarteto, existe una oportunidad real para las negociaciones. Y cuando usted tiene una oportunidad para negociaciones, es mejor evitar medidas que puedan arruinar o crear un ambiente hostil. Esto significa que la decisión (de Israel) de construir más no es buena”, dijo Portas.
El canciller portugués dijo que si las negociaciones se reanudan, su gobierno ofrecería apoyo provisional como observador y analizaría la petición palestina como un gesto de buena voluntad.
El Cuarteto para la Paz en el Medio Oriente está integrado por Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y las Naciones Unidas, e instó a las partes a regresar a las conversaciones en 30 días, un calendario que busca avanzar el proceso para definir las fronteras de un estado palestino dentro de tres meses y lograr un acuerdo para finales de 2012.