Los israelíes celebran desde anoche el inicio del año nuevo hebreo, el Rosh Hashana, en tiempos de gran incertidumbre para Israel tras el pedido hecho en Naciones Unidas por los palestinos para que se les confiera el estatus de Estado independiente.
En las calles de Jerusalén, cuyo sector oriental reclaman los palestinos, algunos israelíes dicen sentirse escépticos sobre las perspectivas de paz, mientras que otros aseguran que no habrá un Estado palestino.
Las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos se rompieron el año pasado al finalizar un plazo de 10 meses durante el cual Israel dejó de edificar asentamientos judíos en Cisjordania.
El hecho de que los palestinos no hubiesen aprovechado esa oportunidad para llegar a un acuerdo con Israel ha hecho que algunos judíos insistan en que no se les puede hacer muchas concesiones a los palestinos. “No importa cuánto se les dé ellos quieren más”, dijo una israelí.
Para complicar más los esfuerzos de paz, Israel anunció el martes que edificaría más de un millar de nuevas viviendas en la disputada parte oriental de Jerusalén.
El anuncio molestó a Estados Unidos y a la Unión Europea, que como integrantes del llamado Cuarteto para el Oriente Medio afirmaron que tal decisión perjudica los esfuerzos por revivir las negociaciones de paz.
A pesar de eso, en su mensaje al pueblo israelí en ocasión del Rosh Hashana, el presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo que aunque se desconoce que traerá el año nuevo, “Estados Unidos continuará al lado de Israel porque los lazos que unen a las dos naciones son inquebrantables”.
Según una encuesta realizada a propósito de la celebración del año nuevo, las incertidumbres políticas no han empañado los festejos entre los israelíes, y el 88 por ciento de los entrevistados dijeron sentirse animados y seguir creyendo que Israel es un buen lugar para vivir.