Activistas sirios dicen que las fuerzas de seguridad continúan su asalto en la ciudad central de Homs, donde estiman que al menos 93 personas han muerto en una escalada de violencia contra el levantamiento de la oposición iniciado hace 11 meses.
Grupos opositores al gobierno dicen que el bombardeo de este jueves estuvo dirigido a varios distritos de Homs, en lo que se convierte en el sexto día de ataques continuo contra la disidencia gubernamental.
Autoridades sirias han culpado a lo que llaman “terroristas armados” por la revuelta y los culpan de los ataques que comenzaron el sábado.
Mientras tanto, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, calificó el miércoles de "desastroso" en silencio ante la violencia en Siria por parte del Consejo de Seguridad y aseveró que considerará el envío de un equipo conjunto con la Liga Árabe para monitorear la violencia en el país.
“Los exhorto, (a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU) aunque la situación pueda parecer frágil y volátil en la región, a iniciar negociaciones para promover la paz y la estabilidad en la región”, dijo el diplomático.
Rusia y China usaron su poder de veto en el Consejo de Seguridad la semana pasada para bloquear una resolución respaldada por los países árabes que pedía la renuncia del presidente sirio Bashar al-Assad.
Por su parte, el gobierno chino dijo este jueves que una delegación de la oposición siria visitó Pekín durante la semana en donde se reunieron con funcionarios gubernamentales.
Estados Unidos manifestó que explora la posibilidad de proveer ayuda humanitaria y cooperación junto a sus aliados.
Las potencias occidentales y las naciones árabes han dicho en varias ocasiones que no quieren que se lleve a cabo una intervención militar extranjera en Siria.
