La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció este miércoles que en Siria se vive una ola de terror, tras el continúo asalto a la ciudad de Homs y el uso de artillería pesada, morteros, cohetes, tanques e incluso helicópteros contra la población civil.
Pillay urgió en la "extrema urgencia" de que los países rompan sus lazos políticos con el régimen de Bachar Al Asad, como lo hicieron países de la Unión Europea, del Golfo Pérsico y Estados Unidos.
Asimismo, instó a que tomen acciones "efectivas" para proteger al pueblo sirio.
Este martes 7 de febrero en declaración con la Voz de América, Pillay pidió a todos los gobiernos miembros de la organización mundial respetar los estándares aprobados por la comunidad internacional.
“Los derechos humanos es algo que fue establecido por todos los estados, y cada gobierno está obligado a implementar esos estándares. Eso significa proteger a todas las personas y darles libertad. Ese es el mensaje que les doy a los gobiernos”, manifestó la representante de la ONU.
Por su parte, activistas sirios dicen que las fuerzas de seguridad continúan matando a decenas de civiles en Homs y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, señaló que el bombardeo de este miércoles afectó a más de 20 edificios en el distrito Baba Amr de Homs.
La cifra de muertos no pudo ser confirmada porque Siria restringe los informes independientes.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo este miércoles que la solución a la crisis a través de un diálogo nacional debe provenir de los sirios, ya que según él, no depende de la comunidad internacional decidir el resultado de tales conversaciones.
El martes, durante una reunión en Damasco, Assad dijo que quiere que el vicepresidente Farouk al-Sharaa encabece las conversaciones con la oposición.
Mientras tanto, el gobierno de Estados Unidos manifestó su disgusto con China y Rusia tras vetar una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre Siria el pasado sábado.
Tras la decisión, la embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice, dijo que EE.UU. estaba indignado.
“Los sentimientos que la embajadora expresó reflejan nuestra gran decepción con la posición asumida. Continuaremos obviamente teniendo estas discusiones con nuestros socios internacionales en el Consejo de Seguridad de la ONU y en otras partes”, dijo el portavoz presidencial, Jay Carney.
Entre tanto en el Congreso, el senador independiente Joseph Lieberman dijo que cree que la comunidad internacional tiene que tomar una audaz acción, incluyendo proveer armas al Ejército (disidente) Sirio de Liberación
“Puede comenzar con asistencia médica, con inteligencia, con entrenamiento. Y por último, no dudaría en darles armas letales, porque el Ejército de Assad está usando armas letales para matar al pueblo sirio, por lo que los defensores del pueblo sirio también necesitan armas”, manifestó el congresista.
El portavoz presidencial Carney declinó comentar sobre las opciones que se están discutiendo para Siria, más allá de la ayuda humanitaria.
