Activistas sirios de derechos humanos dicen que las fuerzas del gobierno reanudaron el intenso bombardeo de la ciudad de Homs, bastión opositor, mientras una comisión de Naciones Unidas dice tener pruebas de que líderes sirios “en los más altos niveles” son responsables de crímenes de lesa humanidad.
El panel independiente de la ONU entregó este jueves un informe al Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, en el que se incluye una lista confidencial de funcionarios sirios que podrían ser investigados en relación con la represión gubernamental a la revuelta de la oposición que se inició hace casi un año.
La comisión también dice que tiene evidencia de abusos por parte de las fuerzas de oposición.
La violencia de este jueves siguió a un día de bombardeos a Homs y otras ciudades, en los que murieron por lo menos 74 personas, incluidos dos periodistas occidentales.
El gobierno francés identificó a los periodistas muertos en Homs como Marie Colvin, una destacada corresponsal de guerra estadounidense que trabajaba para el diario inglés Sunday Times, y al fotógrafo francés Remi Ochlik.
Los activistas dicen que otros periodistas resultaron heridos en el ataque contra un centro de prensa provisional en el distrito Baba Amr en Homs, que está en manos rebeldes. Creen además que el centro parece haber sido bombardeado intencionalmente.
El gobierno sirio emitió una declaración en la que dice que no tenía conocimiento de que los periodistas se encontraban en el país. La prensa estatal siria informó que el Ministerio de Información “llamó a los periodistas extranjeros que han ingresado a Siria ilegalmente a regularizar su estatus con el gobierno”.
Siria no permite que periodistas extranjeros viajen libremente y ha mantenido a la mayoría fuera del país.
