Los cuatro contendientes que aún permanecen en competencia por la nominación presidencial del Partido Republicano, sostuvieron un álgido 18º debate de la presente campaña en Florida, una semana antes de la crucial votación en el sureño estado.
El debate auspiciado por la cadena de televisión NBC se caracterizó por una serie de fuertes intercambios en particular entre los dos candidatos que lideran las encuestas, el ex presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich y el ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney.
Esta vez el debate realizado en la noche del lunes 23 de enero de 2012, fue áspero desde el inicio mismo.
Romney criticó los antecedentes de Gingrich durante la década de los ´90 cuando fue presidente de la Cámara de Representantes, y afirmó que el ahora candidato a la nominación presidencial tuvo que renunciar en medio de escándalos.
También Romney criticó lo que definió como “el tráfico de influencias” de Gingrich cuando se desempeñó como consultor de la firma hipotecaria Freddie Mac, que es financiada por el gobierno, y que es señalada por los críticos como una de las responsables por la crisis del mercado de la vivienda en Estados Unidos.
En tal sentido, Romney dijo que ha comenzado a ser más agresivo tras los ataques recibidos en las primarias de Carolina del Sur que fueron ganadas por Gingrich.
También el ex gobernador de Massachusetts destacó que “tengo ingresos logrados desde distintos orígenes y fue abrumador recibir todos los ataques, y pueden estar seguros que no voy a sentarme a recibir ataques día tras día sin devolverlos”.
Sin embargo Gingrich volvió a atacar a Romney por difundir versiones falsas sobe sus antecedentes y recordó declaraciones de los rivales de Romney en la campaña presidencial de 2008, cuando afirmaron que el ex gobernador “no puede decir la verdad”.
Gingrich dijo que “usted sabe que llega un momento en el proceso en que se convierte innecesariamente personal y desagradable, y eso es malo”.
Política exterior
El debate sobre política exterior jugó un papel preponderante en Forida, donde los cuatro candidatos republicanos discutieron si el presidente Barack Obama ha sido débil al lidiar con Irán.
Romney sostuvo que la amenaza de Irán de bloquear el Estrecho de Ormuz, una ruta vital para el suministro de petróleo, representa un acto de guerra. “Es apropiado y esencial para nuestros militares, nuestra Armada, mantener los océanos abiertos”.
Gingrich por su parte dijo que los estadounidenses no están interesados en una guerra con Irán, pero dijo que las políticas del presidente han envalentonado al liderazgo iraní. “Creo que es muy peligroso que los iraníes piensen que de hecho, el presidente es tan débil que ellos podría cerrar el Estrecho de Ormuz sin sufrir consecuencias sustantivas”.
El ex senador Rick Santorum dijo que Estados Unidos debe estar preparado para usar la fuerza para evitar que Irán desarrolle armas nucleares. “Las políticas de Obama sobre Irán han sido un colosal fracaso”, afirmó.
La única voz discordante fue la del representante por Texas, Ron Paul, quien dijo que no hay justificación para que Estados Unidos uso la fuerza contra Irán. "No, la gente no está preparada. No tenemos dinero. Ya tenemos suficientes guerras y la gente quiere volver a casa y ciertamente no queremos empezar una guerra con Irán ahora”, sostuvo Paul.
El próximo martes 31 de enero será una nueva prueba relevante en la campaña por la nominación presidencial del Partido Republicano.
En las tres primeras elecciones hubo otros tantos ganadores, Santorum en Iowa, Romney en Nueva Hamsphire y Gingrich en Carolina del Sur.
La serie de primarias y votaciones en asambleas (Caucus) continuarán hasta el mes de junio, seguidas por la convención republicana en junio, que determinará quien será el nominado del partido para enfrentar al presidente Barack Obama en las elecciones generales que se realizarán en noviembre de 2012.