Fuego de artillería y armas ligeras se escucharon este viernes en los alrededores del poblado de Ras al Ayn, en el noreste de Siria, a pesar de que Turquía accedió el día anterior a suspender su ofensiva por cinco días para permitir el repliegue de las fuerzas kurdas de la región.
El acuerdo fue concertado el jueves en Ankara durante una visita de una delegación de alto rango de Estados Unidos encabezada por el vicepresidente Mike Pence y el secretario de Estado, Mike Pompeo.
Las acciones del viernes fueron reportadas por corresponsales en el lugar de las agencias Reuters y la Prensa Asociada (AP), quienes informaron de disparos provenientes del poblado de Ceylanpinar, en Turquía, y humo en Ras al Ayn, en el lado sirio de la frontera.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo con sede en Londres que monitorea la guerra en Siria, reportó enfrentamientos intermitentes en Ras al Ayn pero una calma relativa desde el inicio del alto el fuego.
En el encuentro entre Pence y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, se acordó una pausa de cinco días en la ofensiva turca para que la milicia Fuerzas Democráticas de Siria, FDS, liderada por kurdos, se repliegue de una “zona de seguridad” que Turquía quiere ocupar.
El FDS fue aliado de Estados Unidos en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico en el noreste de Siria.
El acuerdo fue aplaudido por el presidente Donald Trump, quien dijo el jueves que salvaría “millones de vidas”, y Turquía lo consideró como una victoria completa para sus ambiciones.
Más tarde, en un acto de campaña en Texas, el presidente dijo que "Turquía será feliz, los kurdos serán felices, ISIS será infeliz".
De tener éxito, el pacto logrará los principales objetivos que Turquía anunció al lanzar su ofensiva el 9 de octubre: controlar una franja de unos 30 kilómetros de ancho en Siria, y la salida del FDS de la zona.
El comandante del FDS Mazloum Kobani dijo el jueves por la noche a la cadena de televisión kurda Ronahi que el grupo aceptaría la tregua, pero esta quedaba limitada a las áreas fronterizas entre Ras al Ayn y el poblado de Tal Abyad.
Sin embargo, Erdogan explicó que lo acordado con Estados Unidos es una “zona de seguridad” que se extenderá por 440 kilómetros a lo largo de la frontera entre Turquía y Siria, con un ancho de 32 kilómetros.
Erdogan dijo este viernes a los periodistas que Turquía y Estados Unidos estarán en contacto constante para la implementación del acuerdo entre ambos.
Erdogan declaró también que no había combates en el noreste de Siria, a pesar de los reportes desde Ras al Ayn.