El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, anunció que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, aceptó un cese el fuego de 120 horas en Siria para permitir que las milicias kurdas, aliados de EE.UU. se retiren de la región fronteriza del norte.
Pence hizo el anuncio después que una delegación de alto nivel de funcionarios estadounidenses se reuniera con Erdogan en Ankara.
A cambio, el vicepresidente dijo que el presidente Donald Trump ha accedido a no imponer más sanciones a Turquía y levantar las sanciones económicas que fueron impuestas al gobierno de Erdogan la semana pasada, una vez que tenga lugar un cese el fuego permanente.
El vicepresidente Pence dijo también que Estados Unidos y Turquía se han "comprometido mutuamente a una resolución pacífica y un futuro para la zona segura".
Turquía aceptó no lanzar acciones militares contra la comunidad de Kobani, indicó Pence. Estados Unidos facilitará la salida de las milicias kurdas.
"Hablé con el presidente Trump hace unos momentos y sé que el presidente está muy agradecido" por la disposición del presidente Erdogan para tomar la decisión e implementar el cese del fuego tras cinco horas de negociaciones, dijo el vicepresidente estadounidense.
Agregó que las oraciones de los estadounidenses y del presidente Trump, así como "el firme liderazgo y cooperación" del presidente Erdogan y de Turquía, hicieron posible el alto al fuego.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, que viajó con el vicepresidente a Turquía, indicó que "todavía quedan muchos desafíos".
Señaló que por el momento, Estados Unidos no impondrá más sanciones a Turquía, y que una vez que las fuerzas turcas se retiren, las actuales sanciones impuestas por el presidente Donald Trump serán revocadas.
"Reconocemos la importancia y el valor de una zona segura para crear una "zona de amortiguación, entre las fuerzas turcas y la población civil kurda", dijo el vicepresidente Pence, al tiempo que volvió a dar crédito a los presidente Trump y Erdogan por el alto al fuego.
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