Un joven herido en un enfrentamiento con la policía en medio de uno de los disturbios durante las protestas contra el gobierno del presidente de Colombia, Iván Duque, murió el lunes después de que el mandatario inició reuniones con líderes sindicales y empresariales en un esfuerzo por calmar las manifestaciones.
Dilan Cruz, quien se convirtió en un símbolo de las protestas, resultó herido el sábado al recibir un impacto con un proyectil de gas lacrimógeno en el cráneo, cuando un grupo de manifestantes enfrentaba a la policía que intentaba controlar los desórdenes de los manifestantes que habían bloqueado unas calles del centro de Bogotá.
"Con pesar informamos, que no obstante la atención brindada durante estos días, en nuestra Unidad de Cuidados Intensivos, Dilan Cruz, en razón de su estado clínico, acaba de fallecer", dijo un comunicado del hospital en donde permanecía internado el joven de 18 años.
Al conocer la noticia, decenas de manifestantes se concentraron frente al hospital en donde murió el joven y bloquearon el tráfico vehicular por una importante autopista que atraviesa la capital colombiana de norte a sur.
El presidente Duque lamentó la muerte del joven con la que ascendieron a cuatro las víctimas fatales en cinco días de protestas, principalmente concentradas en la capital del país.
Previamente, en el primer día, tres manifestantes murieron en enfrentamientos con la policía y la infantería de marina que intentaron impedir saqueos en los municipios de Buenaventura y Candelaria, en el departamento del Valle del Cauca, al suroeste del país.
Tres policías también murieron y siete más resultaron heridos el viernes en un ataque con explosivos a un cuartel del municipio de Santander de Quilichao, una zona montañosa del suroeste colombiano, en un ataque atribuido a disidentes de las FARC que no aceptaron un proceso de paz, en un hecho no relacionado con las protestas, según fuentes militares.
Duque convoca a reunión a promotores de protestas
El presidente conservador Iván Duque convocó a una reunión el martes a los promotores de las protestas en contra de su gobierno, que este lunes completan cinco días en las calles de Colombia.
“Mañana se reunirá el presidente con los representantes del paro nacional”, dijo la ministra de Trabajo, Alicia Arango, en la presidencial Casa de Nariño.
El encuentro con el Comité Nacional del Paro, que reúne a sindicatos y estudiantes, se desarrollaría en el marco del “diálogo social” convocado por el jefe de Estado en respuesta a las manifestaciones en contra de sus políticas sociales, económicas y de seguridad.
Presionado por las movilizaciones y con una popularidad en rojo, Duque llamó el viernes a una “conversación nacional” con “todos los sectores” para debatir “reformas” a su política social.
Pero desde entonces reiteró su llamado a conversar sin invitar directamente a los promotores del paro, que lideraron la mayor convocatoria en contra de un gobierno central en los últimos tiempos.
“La impaciencia ciudadana es grande, el reclamo ciudadano es grande (…), pero también es muy importante entender que los gobiernos no pueden ni ser promeseros, ni los gobiernos tienen varitas mágicas con las que se producen soluciones milagrosas e inmediatas”, dijo Duque más temprano.
El comité del paro no confirmó inmediatamente su presencia.
El lunes, Duque lideró la segunda jornada del “diálogo social”, que reunió a representantes de patrones y empleados, no reconocidos por los sindicatos. Al final, se buscará consolidar un paquete legislativo, iniciativas de políticas públicas y que las “inquietudes” sean incluidas en los planes de desarrollo de los alcaldes que asumen en enero, explicó el coordinador nacional del diálogo, Andrés Molano.
Continúan manifestaciones
Aunque las protestas han ido decreciendo desde el primer día cuando cientos de miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades, los manifestantes han continuado con las marchas contra supuestos planes de reformas, como el recorte al salario mínimo para los jóvenes y el aumento de la edad de pensión, pese a que Duque lo ha negado.
Los manifestantes también se han enfocado en rechazar la corrupción, lo que consideran la falta de acción del gobierno para detener el asesinato de cientos de activistas de derechos humanos y de líderes indígenas, y la implementación por completo de un acuerdo de paz con la desmovilizada guerrilla de las FARC que Duque intentó modificar sin éxito.
"En este país los viejos se acostumbraron a que los muertos son una cifra más y nosotros queremos que eso empiece a cambiar", dijo Sofía Murcia, estudiante de diseño de 20 años. "Estamos acá para no lavarnos los manos, si no haces nada eres cómplice".
Por su parte, la CUT y el sindicato de profesores de instituciones públicas lideraron una “gran marcha” este lunes, que confluyó con la conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer.
Miles se unieron al llamado en varias ciudades. En Bogotá y Medellín las mujeres caminaron por avenidas emblemáticas vestidas con prendas violeta en rechazo de feminicidios y reivindicando sus derechos.
Las protestas han sido en gran medida pacíficas, aunque los dos primeros días estuvieron marcadas por saqueos y actos de vandalismo que obligaron al Gobierno a decretar un toque de queda por una noche en Cali y posteriormente en Bogotá.
La agencia gubernamental Migración Colombia deportó el lunes a 59 venezolanos que "estarían realizando una serie actividades que podrían en riesgo el orden público y la seguridad nacional".
Los casi 16 meses de gobierno de Duque han estado marcados por bajos índices de aprobación y dificultades para lograr la aprobación de reformas y proyectos ante un Congreso en el que no goza de una mayoría.
Sergio Guzmán, director de Colombia Risk Analysis, dijo que aunque las protestas han sido constantes solo han conseguido atraer a unos pocos miles de personas desde el viernes y su impulso podría desvanecerse a medida que se acerca la Navidad.