El gobierno intensificó sus esfuerzos para ayudar a los miles de damnificados por los tornados en Estados Unidos, que se han cobrado la vida de 350 personas.
El presidente Barack Obama acudió a las zonas más perjudicadas de Alabama para comprobar los daños. La destrucción era desgarradora, señaló, y aseguró que enviaría a responsables oficiales clave a las zonas del desastre para agilizar la ayuda federal.
Se calcula que el número de casas y edificios destruidos es de casi 10.000. Las autoridades estatales y federales del sur de Estados Unidos aún no se ponían de acuerdo sobre la escala de devastación de la peor catástrofe natural del país desde el huracán Katrina en 2005.
Mientras tanto, la firma que modela escenarios de riesgo, EQECAT, prevé pérdidas de entre $2.000 y $5.000 millones de dólares en los siete estados sureños afectados.
Tras la llegada de Obama, el mandatario recorrió la ciudad de Tuscaloosa, donde dijo que "lo que ha ocurrido aquí no creo haberlo visto nunca antes" y elogió el liderazgo del gobernador Robert Bentley, el alcalde Walter Maddox y de las autoridades locales, y comprometió apoyo federal para la recuperación.
Obama también destacó lo que el gobernador de Alabama le dijo durante la recorrida, valorando el hecho de que "cuando algo así ocurre, dejamos de lado las diferencias, porque sabemos que lo único que tenemos es los unos a los otros". Obama manifestó su esperanza de que "ese espíritu se mantenga".
El gobernador Bentley agradeció al mandatario y dijo "queremos que sepa que es muy importante su visita y la de la primera dama".
El gobernador dijo que ocho condados han sufrido probablemente lo peor de todo, y dijo que "tenemos 215 víctimas mortales 1.700 heridos en todo el estado". También el alcalde Maddox dijo al presidente Obama que "su visita seguramente ayudará y animará a la recuperación".
Las autoridades informaron que el número de víctimas fatales ascendió a 350, y va camino de convertirse en la ola de tornados que más víctimas ha provocado en más de medio siglo.
Según las autoridades, en Alamaba son 204 llos muertos, 34 en Tennessee, 33 en Mississippi, 14 en Georgia y 12 en Arkansas.
La ola de tornados es la peor que se recuerde en términos de víctimas mortales, desde los que se produjeron el 3 de abril de 1974 y que dejaron más de 310 muertos. También ya se ubica como la segunda mayor catástrofe natural desde el huracán Katrina, en lo que va del siglo.
En otras partes de Alabama, la tormenta generó un cierre automático de la planta nuclear Browns Ferry, que estaba funcionando con sistemas de respaldo diseñados para impedir una fusión accidental del reactor nuclear.
Héroes
Obama llamó "héroes" a los policías, bomberos y miembros de equipos de emergencia involucrados en as tareas de rescate durante las que han asolado el sur del país.
"Quiero elogiar a todos los hombres y mujeres que han estado trabajando sin descanso los últimos días para salvar las vidas de sus amigos y vecinos y para comenzar el largo trabajo de reconstruir sus comunidades", dijo el presidente en la Casa Blanca.
También confirmó haber conversado con los gobernadores de Alabama, Virginia, Mississippi, Tennessee y Georgia para "dejarles saber que estamos listos para ayudar en todo lo posible".
Desastre natural
Hasta el momento, la actual es la segunda ola mortal de tornados desde 1950, incluyendo los tornados del 11 de abril de 1965 que dejaron 260 muertos, según informa la página de internet especializada, Accuweather.
Según los informes, más de 164 tornados fueron informados a través del Centro de Predicción de Tormentas, provocando una destrucción sólo superada en años recientes en su extensión, por la que provocó el huracán Katrina, que dejó más de 1.500 muertos en 2005.
El gobernador de Alabama, Robert Bentley, dijo que varios condados experimentaron destrucción masiva y que más de 1 millón de personas quedaron sin servicio de energía eléctrica. También Alamaba ordenó el despliegue de 2.000 miembros de la Guardia Nacional para ayudar en las operaciones de rescate.
Un mortal sistema de tormentas que se desplaza rápidamente hacia el norte siguiendo por la costa este de Estados Unidos fue lo que provocó el desastre.
La tormenta ocasionó tornados, y precipitaciones de enormes piedras de granizo y fuertes vientos y lluvia en los estados de Mississippi, Arkansas, Alabama, Tennessee y Kentucky entre otros.
Tuscaloosa, en Alabama, es la zona del estado más afectada, donde el alcalde, Walter Maddox, informó que un tornado destruyó varias cuadras de la ciudad. También se detectaron tornados en la ciudad de Birmingham, Alabama.
El presidente Barack Obama declaró estado de emergencia para Alabama, autorizando ayuda federal para los 67 condados.
“Junto a Michelle hacemos llegar nuestras condolencias a las familias de quienes perdieron la vida debido a los tornados que han devastado Alabama y el sureste de Estados Unidos” dijo el mandatario.
El director de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA por su sigla en inglés), Craig Fugate, también reconoció que la cifra de muertos puede aumentar.