En su nuevo libro, In My Time (En mis tiempos), el ex vicepresidente de EE.UU., Dick Cheney, explica sus más de 30 años de carrera política y las controversias que lo acompañaron durante sus diferentes funciones.
En Chicago, Cheney, estuvo de visita promoviendo el libro, y dijo que le preocupa Irak e Irán.
Irán
Durante una conferencia de prensa de más de 45 minutos, donde contaba sus experiencias como político trabajando con cinco presidentes republicanos, una de las primeras preguntas que Cheney respondió fue sobre Irán.
“¿Cuáles cree que podrían ser las consecuencias de que Irán desarrolle armas nucleares? ¿Cuáles son las posibilidades de que EE.UU. pueda impedirlo?” fueron las preguntas más relevantes.
Cheney, considerado un experto en el tema, no dejó pasar la oportunidad para decir que estaba “preocupado” por la situación política que vive actualmente Irán.
“Han desarrollado un sistema de centrifugado más grande, más moderno y más eficiente del que tenían antes. Esto significa que ahora tienen la capacidad de enriquecer uranio de una manera más efectiva” aseguro el ex vicepresidente.
Por su parte, durante la conferencia general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en Viena, Austria, la posición del gobierno del presidente Barack Obama pareció justificar las preocupaciones de Cheney.
Stephen Chu, el representante estadounidense, acusó al gobierno iraní de “mentir y provocar” al mundo tras la construcción de una planta subterránea de enriquecimiento de uranio cerca de la ciudad de Qom.
Irak
Asimismo, Cheney también habló de la situación política y la ocupación estadounidense en Irak. El ex vicemandatario, no dejó de mencionar que durante el gobierno de George Bush, Irán e Irak formaban parte del “eje del mal”.
Como funcionario de alto rango del Pentágono, Cheney supervisó la operación militar “Tormenta del Desierto” de 1991, para liberar a Kuwait de la ocupación de las fuerzas de Irak, que era gobernado entonces por Saddam Hussein. Doce años después, en 2003 y ya como vicepresidente, Cheney supervisaría la ocupación de Estados Unidos en Irak y la salida del poder de Saddam Hussein.
"Creo que sería una tragedia si sacamos a todos los soldados estadounidenses y la situación se vuelve adversa hacia nosotros" dijo Cheney.
