El miedo a la contaminación nuclear proyecta una larga sombra. Así lo especificó la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, en la Reunión de Alto Nivel sobre seguridad nuclear.
La Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) aprobó un plan de acción en seguridad nuclear en en el que se esbozan las medidas necesarias para fortalecer y ampliar los programas y una mejorara de la capacidad de respuesta ante emergencias.
Con el desastre nuclear de Japón en mente, Clinton remarcó que “es imperativo que todos los países nucleares estén preparados para escenarios que incluyen múltiples peligros graves y da prioridad a la seguridad pública”.
Estados Unidos atravesó su propia amenaza nuclear ante la posibilidad de una fusión del reactor Three Mile Island, a 180 kilómetros de Nueva York, tal y como recordó la secretaria de Estado.
“Tenemos que aprovechar esta oportunidad para actualizar nuestro riesgo y evaluaciones de la seguridad en las centrales nucleares, para continuar mejorando nuestros estándares internacionales de seguridad nuclear y reforzar nuestra preparación para emergencias globales”.
En 2011, el presidente Obama ordenó una revisión completa de seguridad de las 104 centrales nucleares activas en los Estados Unidos.
Contraterrorismo
Clinton y su homólogo turco, Ahmet Davutoglu, ministro de Relaciones Exteriores, se comprometieron también al lanzamiento de una nueva organización multilateral destinada a combatir el terrorismo.
El nuevo grupo –Foro de Contraterrorismo Global– incluye a 29 países además de la Unión Europea, unidos por el objetivo común de desarrollar una red de lucha contra el terrorismo, "tan ágil y adaptable como nuestros adversarios", en palabras de Clinton.
La secretaria de Estado dijo que hasta la formación de este grupo, las actividades de las Naciones Unidas contra el terrorismo carecían de un espacio global dedicado a convocar a los principales responsables de la política antiterrorista para desarrollar estrategias.
El grupo incluye cinco grupos de trabajo que se centrarán en la justicia penal, la lucha contra el extremismo violento, y la creación de capacidades para la lucha contra el terrorismo en la región del Sáhara africano, el Cuerno de África y el sudeste asiático.