El ex vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, defendió las controversiales políticas implementadas por el gobierno del presidente George W. Bush, incluyendo la invasión a Irak y la severa táctica de ahogamiento simulado empleada en interrogaciones.
En una entrevista el martes 30 de agosto con la red de televisión NBC, Cheney expresó que fue un fiel defensor de aplicar políticas polémicas para mantener la seguridad del país. Agregó que no cree que la guerra de Irak haya perjudicado la reputación estadounidense en el mundo.
Frente al edificio del Departamento de Justicia, en Washington, el grupo que aboga por los derechos humanos Amnistía Internacional llevó a cabo una protesta exhortando la fiscal general, Eric Holder, que abra una investigación criminal contra Cheney y el ex presidente Bush.
Tom Parker, vocero de Amnistía Internacional, dijo que Cheney “fue uno de los principales arquitectos de la polítícia de usar técnicas de interrogación extremas” y aseguró que esas técnicas “son consideradas tortura y la tortura es un crimen tanto en este país bajo las leyes estadounidenses como internacionalmente bajo la ley internacional”.
El Departamento de Justicia no comentó sobre la protesta ni sobre el pedido de Amnistía para que se realice una investigación.