El arresto de inmigrantes indocumentados en la zona fronteriza de Estados Unidos con México cayó a su nivel más bajo en los últimos 40 años, según la información suministrada por el gobierno estadounidense a través del departamento de Seguridad Interior.
Al fin del año fiscal, en septiembre de 2011, las cifras del departamento de Seguridad Interior revelan que la patrulla fronteriza detuvo a 327.577 inmigrantes indocumentados, un drástico descenso desde la cifra de 1,6 millones que fueron detenidos en el año 2000 al intentar ingresar por la frontera entre ambas naciones y un retroceso del 25% respecto de los últimos años.
La nueva cifra marca el sexto año consecutivo de caída en el número de detenidos, desde el año 2006.
Las cifras aportan una nueva imagen al debate sobre inmigración, sobre todo si se la relaciona con la cifra récord de deportaciones que se han verificado en los primeros dos años de gobierno del presidente Barack Obama, a menos de un año de las elecciones presidenciales de 2012.
El departamento de Inmigración y Aduanas deportó la cifra récord de 396.906 inmigrantes este año 2011, lo que significa que es la primera vez que las deportaciones superan la cantidad de detenidos al intentar cruzar la frontera.
A la misma vez, las cifras de los censos de Estados Unidos y de México, demuestran que menos mexicanos están intentando ingresar a Estados Unidos y más están regresando a su país.
El diario estadounidense The Washington Post cita al demógrafo del Centro Hispánico Pew (Pex Hispanic Center), Jeffrey Passel quien coincide con otros expertos en inmigración al sostener que “se ha alcanzado el punto de balance, donde el número de mexicanos que emigran a Estados Unidos y los que regresan, prácticamente es el mismo”.