Estados Unidos está dispuesto a mantener la presencia militar en Irak más allá de 2011, si el gobierno iraquí lo requiere, según indicó el secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates.
Gates reclama una decisión a corto plazo sobre si las tropas se quedarán en el país después del plazo de fin de año para retirarse. El secretario se encuentra en Irak, donde mantiene reuniones con el primer ministro iraquí Nouri al-Maliki y el presidente Jalal Talabanik.
Durante estos encuentros, Gates tiene previsto discutir la importancia de completar la formación del gobierno iraquí, especialmente los ministerios relacionados con la seguridad, y de la necesidad de avanzar en la aplicación de los acuerdos de reconciliación que fueron parte del proceso de gobierno de la formación inicial en el otoño, dijo un alto funcionario del Departamento de Defensa.
Gates anunció también el interés en tener una presencia continuada, pero indicó que la iniciativa debe provenir de los iraquíes y reafirmó el compromiso de EE.UU. con una asociación a largo plazo con el país.
"Tenga en cuenta el progreso que hemos elaborado por más de 100.000 efectivos y la entrega de la responsabilidad de seguridad de todo el país a las fuerzas de seguridad iraquíes en los últimos dos años", dijo, añadiendo que el mayor desafío que enfrentan las fuerzas de seguridad iraquíes es la defensa externa, ya que no han sido entrenados y equipados para ese tipo de misiones convencionales de gran tamaño.
"Eso será algo que tendrán que seguir trabajando para seguir adelante", dijo.
"No lo vemos como una amenaza estratégica para la estabilidad general o la viabilidad del estado iraquí, pero las organizaciones como al-Qaeda en Irak y otros grupos extremistas son capaces de ataques espectaculares periódicos, tal y como hoy en día”, agregó.
El Secretario de Defensa norteamericano anunció que este sería su último viaje a Irak antes de dejar el cargo a fines de 2011.
