La Corte Suprema de Estados Unidos facilitó el jueves a las autoridades federales la deportación de ciertos inmigrantes que hayan cometido delitos graves, en una victoria para el gobierno del presidente Donald Trump.
El tribunal falló 5-4 para confirmar una decisión de una corte inferior que determinó que el jamaiquino Andre Martello Barton no era elegible para que su deportación fuera cancelada bajo una ley estadounidense que permite a algunos residentes legales de larga data evitar la expulsión.
Barton, un jefe de taller de reparación de automóviles de 42 años y padre de cuatro hijos, fue objeto de deportación tras condenas en Georgia por delitos de drogas y armas.
La decisión podría afectar a miles de inmigrantes con condenas penales, muchos por delitos menores, que residen legalmente en Estados Unidos. Según el Departamento de Seguridad Nacional, hay más de 13 millones de residentes permanentes legales.
La línea dura de Trump sobre la inmigración legal e ilegal ha sido una característica clave de su presidencia y su campaña por la reelección este año. Ha justificado su postura en parte citando crímenes cometidos por inmigrantes.
Los residentes permanentes objeto de deportación pueden solicitar cancelar su expulsión si han estado viviendo continuamente en Estados Unidos durante al menos siete años, excepto si han cometido ciertos delitos graves.