Desde que recuerdo soy amigo de la pelota. Jugar con mis amigos al fútbol era uno de los momentos más maravillosos de mi vida.
Pronto llegaron los videojuegos y, aunque algunos amigos se convirtieron al nuevo deporte virtual, para mí un buen partido tenía que ser con jugadores de verdad.
Además que los jugadores “virtuales” de esa época eran para llorar. Hace 15 años, los dibujos de la FIFA EA Sports, los fabricantes de este videojuego, eran 11 monigotes sin forma identificados únicamente por un color distinto por equipo.
No tenían pies ni rostros. No celebraban los goles ni podían hacer movimientos espectaculares con la pelota. Todo eso era un derecho único de los humanos. Por lo tanto jugar un partido de fútbol frente a un televisor, definitivamente no era lo mío.
Una década después las cosas han cambiado. Conocí a un gran amigo entusiasmado por los videojuegos deportivos quien me introdujo a mi nueva pasión: el nuevo y renovado FIFA EA Sports 2006.
Verlo fue una gran sorpresa para mí, quien había enterrado totalmente la idea de practicar el deporte que más me gusta, sentado en un sofá con un control en mis manos.
Los jugadores tenían los rostros de los personajes reales. Hacían “piruetas” sobre el césped, el árbitro sacaba tarjetas de amonestación y hasta expulsaba a un jugador violento, pero lo que más me sorprendió fue ver al brasileño Ronaldinho, en esa época jugador del Barcelona, celebrar sus goles bailando frente a la banderilla del tiro de esquina.
“¡Wow! Cuánto había cambiado la tecnología del videojuego”, me dije a mí mismo. Me senté con mi amigo Danny y disputamos juntos los partidos más apasionados y eufóricos que había experimentado en años.
Nuestros primeros meses frente al videojuego fueron de varias horas diarias, que se alargaban hasta la madrugada, intentando ganar más partidos que el rival.
Como en mis momentos jugando con amigos, con Danny nos enojábamos y acusábamos el uno al otro de hacer goles en fuera de lugar, que el árbitro estaba “comprado” o que simplemente tuvimos una noche desafortunada.
Cuatro años más tarde el FIFA EA Sports 2010 es ahora uno de mis mejores amigos. Tengo que admitir que la revolución de este juego ha hecho que practicarlo sea una experiencia muy real.
Eso sí, nunca se comparará a estar con tus amigos en la calle o en el patio de tu casa, “armando los equipos” y sudando la camiseta, pero para quienes el trabajo tiene consumido la mayor parte de nuestro tiempo, jugar un partido de fútbol usando los controles y combinaciones de botones en tu Xbox o Play Station, puede ser una experiencia mundialista.
¿Y tú, cambiaste la pelota por el control de tu consola?